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Es por todos conocida la importante labor que cumplen los puesteros criadores de cabras en los lugares más recónditos de la provincia realizando dos tareas fundamentales: un significativo aporte a la economía de subsistencia de mucha poblaciones de zonas alejadas y la defensa de la soberanía de la manera más práctica que existe, poblando nuestra tierra y realizando actividades productivas propias de cada zona.

Los últimos relevamientos realizados determinaron que uno de los departamentos donde hay más puesteros es 25 de Mayo con unos 140 puestos y 33.000 animales. Sarmiento, Caucete, Valle Fértil, 9 de Julio, Calingasta, Iglesia y Jáchal son los otros departamentos donde se concentra esta actividad con más de 350 puestos y más de 45.000 cabezas, que afrontan problemas comunes como la falta de agua y el saneamiento de tierras.

Hay varios factores -ya advertidos en otras notas similares en este mismo espacio- que están incidiendo negativamente para que los puesteros puedan acrecentar sus actividades, que deberían ser abordadas por los programas de promoción de las actividades agropecuarias que se están anunciando y para los cuales se está saliendo a algunos departamentos alejados para relevar las necesidades.

Uno de los aspectos más urgentes es el de proveer a los puestos de algún tipo de energía que contribuya con el aspecto productivo y también de bienestar a la población rural que se dedica a esta actividad. Dotar a los puestos de unidades de energía formadas por paneles solares es una gran solución respecto de la posibilidad de contar en forma particular o a manera de cooperativas con freezers o cámaras de frío para conservar cabras y chivitos faenados, lo mismo que la leche de cabra y sus derivados que cada vez adquieren mayor importancia en el mercado local. Con estos recursos se puede regular la oferta y evitar los bajos precios que en ocasiones se suelen pagar por estos productos al tener la necesidad de venderlos con urgencia por no contar con medios para su conservación.

Algo similar ocurre con la falta de plantas de faenamiento o frigoríficas, una carencia que obliga a los puesteros a vender su producción, en ocasiones, a precios irrisorios. De encargarse personalmente del faenamiento de los animales podrían regular la venta y con ello el precio de cada cabrito o chivo.

El otro faltante importante es el de la comunicación con los puestos, un aspecto que de no ser solucionado a la brevedad seguirá siendo un factor de atraso para los puesteros y sus familias, que incidirá en el éxodo de la población más joven.

En el caso de los departamentos cordilleranos los puesteros han luchado históricamente con las veranadas del ganado chileno, que si bien se ha solucionado provisoriamente al regir una prohibición expresa del gobierno, habrá que tomar una medida permanente, para que los criadores locales no se vean afectados.

fuente: diario de cuyo

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