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Un informe del Centro ANIVI revela que un 40  por ciento de las denuncias por abusos sexuales contra chicos menores de edad son realizadas por docentes. La explicación que encuentran es que existe un mayor compromiso de los maestros y profesores y que el sistema de abordaje dentro de los establecimientos educativos y la Justicia empieza a funcionar.

En números, se puede afirmar que de las 50 denuncias aproximadas que se reciben mes a mes en el Centro de Abordaje a Niños Víctimas, 20 son hechas por docentes que recurren a esa institución a pedir ayuda por sus alumnos. Sergio Cuneo, el responsable de esa institución, afirma que “esto pone de manifiesto que el docente está compenetrado con su función, sin perjuicio de que es una obligación legal. También nos da a entender que el funcionamiento del sistema de abordaje en estos casos de abusos a menores está marchando bien y hay un respaldo en el servicio de acceso a la justicia”.

Dos factores ayudan a que esto se materialice. Antes, los delitos contra la integridad sexual era de instancia privada y, en el caso en que las víctimas eran niños, solo podían ser denunciados por los padres, tutores o representantes legales. Eso presentaba una dificultad en razón de que en ocasiones eran esos mismos adultos los involucrados en estos aberrantes hechos y entonces nunca llegaban a denunciarse. Con una modificación en el Código Penal que convirtió estos casos en delitos de acción pública, ahora pueden ser denunciados por cualquier persona. Es ahí donde los docentes toman preponderancia. “Casi la mitad del día, los niños están en contacto con los docentes y eso les da un grado de confianza entre ellos que no lo tienen con otros. Los maestros o profesores se transforman en una pieza importante al momento de detectar situaciones traumáticas en los chicos. Tiene que ver con la empatía, la confianza en ese mayor y eso permite a los niños contar sus problemas. Por eso es importante la labor de los docentes, que pueden visibilizar los conflictos que atraviesan los chicos”, explica Cúneo.

Otro punto importante es el protocolo que fijó el Ministerio de Educación para actuar en estos casos. Se llama Guía de Procedimientos ante Situaciones de Complejidad y son las acciones que debe seguir los docentes frente a la sospecha de que una alumna o alumno haya sufrido un abuso sexual. La primera recomendación es predisponerse a escuchar al chico, darle tiempo, garantía de privacidad y seguridad. Otro paso es acompañar al alumno a un centro asistencial si presenta alguna lesión. Después dar aviso a los padres o convocarlos para ponerlos al tanto de la situación, siempre y cuando ellos no sean los involucrados. Es obligación de los docentes también dejar registro de esto en los Libros de Actas y señalar el tipo de abordaje institucional que se seguirá, puesto que deben informar el caso a sus superiores. De ahí en más, la escuela como institución dará intervención a la Dirección de Gabinetes Técnicos Interdisciplinarios de Educación y posteriormente recurrirá a los organismos competentes como el Centro ANIVI, la Dirección de la Niñez, la fiscalía o juzgado de turno. En ese proceso, el Centro ANIVI es parte importante al momento de dar contención a las víctimas con apoyo psicológico y asesoramiento legal. Y cuando se dan situaciones de vulnerabilidad social y económica en el entorno familiar y de la víctima, acude el personal del 102, Desarrollo Humano y Salud Pública.

Cifras preocupantes

Los casos de abusos sexuales contra menores de edad igual siguen alarmando en la provincia. Y las denuncias van en aumento, aunque eso no quiere decir que se produzcan más hechos, sino que se recurre más a la Justicia, aclaran. El Centro ANIVI fue creado en marzo de 2017 y en ese año registraron un total de 441 denuncias por delitos contra la integridad sexual en perjuicio de niños. Esa cifra subió en el 2018. Los datos del organismo judicial indican que en esos doce meses contabilizaron 607 denuncias.

El 2019 muestra un leve aumento en cuanto a los casos denunciados. Hasta el viernes último, ya se habían recibido 277 denuncias desde principio de año. Es decir que siguiendo esta tendencia, a mitad de año se superara la cifra registrada en la primera mitad del año pasado. En promedio se reciben 50 denuncias por mes, pero esto puede aumentar.

Nada es para contentarse con estos números. Las estadísticas del Centro ANIVI indican que el 96 por ciento de las víctimas son mujeres y que la mayoría tienen entre los 8 y 15 años. Lo único que destacan es que bajó el porcentaje de denuncias que involucra a menores como autores de los abusos. En los periodos anteriores, las denuncias indicaban que el 20 por ciento de los abusos eran cometidos por menores en perjuicio de otros. Esto ahora descendió a un 10 por ciento, afirmó Sergio Cúneo.

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