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El Gobierno Nacional sigue muy de cerca la producción de la vacuna local Sputnik V, que avanza a paso firme: según anunció el laboratorio argentino Richmond –que es el encargado de llevar adelante esta tarea– este martes finalizaron la producción de las primeras 153.441 dosis del componente dos y estiman que el sábado próximo el centro ruso Gamaleya aprobará el primer lote del componente uno y que en, aproximadamente diez o doce días –luego de la posterior autorización de la ANMAT–, ya podrían comenzar a aplicarse en Argentina las vacunas producidas en nuestro país. El presidente del laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras, se reunió este martes en Casa Rosada con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, en la oficina del jefe de asesores del presidente Alberto Fernández, Juan Manuel Olmos, para adelantar a las funcionarias del gobierno nacional las novedades y cómo continuará el proceso.

Durante los últimos meses la actividad de producción de vacunas Sputnik V en Argentina fue intensa y ya se ven los resultados: el 18 de junio el laboratorio que conduce Figueiras finalizó la producción de las primeras 448.625 dosis del componente uno; el 2 de julio culminó la producción de 550.000 nuevas dosis del mismo componente y este martes terminó la producción de las primeras 153.441 dosis del componente dos. Las muestras del componente uno de ambos lotes, en tanto, ya se encuentran en Rusia, y esperan ser aprobadas por el Centro Gamaleya.

Figueiras viajará este sábado a Moscú, y desde el laboratorio que conduce estiman que durante el fin de semana ya debería estar la aprobación del centro ruso del primer lote, que en situaciones normales tarda unos diez días. En esta ocasión, la aprobación se habría demorado más tiempo porque el centro Gamaleya está con muchas cuestiones que resolver de forma prioritaria. Según los cálculos que hacen desde el laboratoio Richmond, antes de la semana que viene el podrán enviar las muestras correspondientes del lote de vacunas que ya fueron fabricadas del componente dos para que comience el proceso de análisis por parte del centro ruso.

“Todo lo que hacemos está siendo analizado por tres partes: nosotros desde el laboratorio, el centro Gamaleya y el control de calidad que hace la ANMAT», había indicado Figueiras. Sobre el primer lote que podría ser aprobado este fin de semana, el presidente de Richmon aseguró que «nosotros ya efectuamos nuestros controles y nos dio todo perfecto. Ahora el Instituto Gamaleya nos tiene que dar el okay’». Luego de la aprobación del centro ruso, las dosis tendrán que ser aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), trámite que consideran que se desarrollará con mayor celeridad y por eso las dosis podrían comenzar a aplicarse en menos de doce días.

La planta de elaboración del laboratorio Richmond está ubicada en la localidad bonaerense de Pilar. Allí se realiza la formulación, filtrado y rellenado de viales (envasado). Para realizar ese proceso, el laboratorio argentino recibe el principio activo de la vacuna elaborado en Rusia. Según había explicado Figueiras, tras este primer lote de 153.441 dosis del componente dos, el laboratorio continuará con la elaboración de un millón de vacunas más.

El proceso para la producción local de vacunas es largo, pero Argentina lo viene realizando en tiempo y forma. En un primer momento Richmond obtuvo la aprobación del centro Gamaleya para poder comenzar la producción, luego de que algunas muestras producidas en argentinas fueran testeadas en Moscú. Esto ocurrió a principio de junio e incluyó tanto dosis del primer componente como del segundo. A partir de entonces, el laboratorio ubicado en territorio bonaerense avanzó con éxito en la importación de antígenos y logró producir los tres lotes. Lo que deberá aprobarse en los próximos días es el control de calidad que permitirá comenzar la inoculación con las vacunas de producción local.

La producción del laboratorio argentino, según indicó Figueiras días atrás, en un futuro podrá escalar hasta cinco millones de dosis mensuales, en función de la cantidad de «compuesto fermentado» que envíe Rusia. Esa sería la cantidad óptima. Según precisó el presidente del laboratorio local, en agosto se podrían producir dos millones de dosis.

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