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En la primera quincena de julio, por efecto directo de la devaluación y el aumento de las naftas, los precios de varios productos de la canasta básica familiar subieron hasta el 12 %, con un impacto más fuerte en los comercios de cercanía que en los hipermercados, que igualmente remarcaron hasta el 9 por ciento.

Fuentes de las grandes superficies comerciales, de los supermercados provinciales y de autoservicios informaron a Crónica que empresas como Molinos, SanCor, Establecimiento Las Marías, Unilever, Quick-food, Coca-Cola, Pepsi y Aceitera General Deheza pasaron listados en los últimos días. Los casos más resonantes son los de la firma aceitera con un 9 %, en las góndolas de los hipermercados; y de Quick-food, del 10 al 12 % en autoservicios y almacenes.

En todos los canales comerciales, en tanto, también subió el precio del papel higiénico y los huevos. Desde una de las cadenas dijeron a este medio que «sigue la ola de aumentos. Estamos claramente en el escenario de estanflación». Otras fuentes del retail señalaron que las empresas apuestan todavía por la mayor rentabilidad, a pesar de la baja en el consumo, un fenómeno que se observa muy especialmente en el mercado argentino.

Luego del último trimestre del 2017 que tuvo un alza frente al año anterior por el cobro de incrementos en las paritarias, vino un período de seis meses de caídas en el consumo y julio podría quebrar esta tendencia por el cobro del aguinaldo, aunque en las bocas comerciales son cautelosos. «En los supermercados, la situación es terminal porque los proveedores nos matan con los aumentos. Además, las reformas previsional y tributaria no nos han beneficiado, en el consumo en el primer caso (impacto en jubilaciones y la asignación universal por hijo) y a nosotros mismos en el segundo, por el aumento que estamos sufriendo en Ingresos Brutos en las provincias», expresaron.

Sobre el comportamiento del consumidor, se repite la variante de los meses previos ya que «la gente compra en cantidades reducidas, aunque venga varias veces en el mes. Además, sigue comprando marcas más baratas», señalaron desde las cadenas.

Como se descartaba en el mercado, la disparada de la divisa estadounidense tiene y tendrá el inmediato reflejo en las góndolas, en parte por los componentes importados y también por las conductas especulativas que siempre aparecen en el empresariado, lo cual deriva en la licuación del poder adquisitivo. Las compañías industriales que dominan el mercado alimenticio y de limpieza -en varios de sus rubros- remarcaron casi toda la gama de sus productos hasta el 9 % sin dar razones formales a los supermercados.

Como el gobierno busca desesperadamente contener los precios en este álgido contexto con el dólar en permanente aumento, esta lista de incrementos es un verdadero «mazazo» a las expectativas oficiales y más aún, cuando desde el Ejecutivo dejaron en claro que no hay meta de inflación para 2018.

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