Una requisa de rutina en un pabellón del Servicio Penitenciario Provincial arrojó un hallazgo que dejó sorprendidos a más de uno: un revólver desarmado, y las partes ubicadas en dos celdas de un mismo recinto. Es decir, en cuestión de minutos podía estar armada, aunque no se informó si estaba apta para disparar, pero sí que contaba con municiones.
El arma que se encontró es un calibre 38. El armazón estaba en la celda 15 y el tambor (con una bala, aunque por el tamaño sospechan que pueden haber otras escondidas) en la 46, ambas ubicadas en el sector 1 del pabellón 2, precisaron fuentes del caso.
El caso lo tomó personal de la Comisaría 30ma. Hay dos puntas en la investigación.
Por un lado, los reclusos que habitan esas celdas y, por el otro, cómo llegó hasta ese lugar. Es común que familiares busquen ingresar desde puntas hasta droga encubierta en la comida u otra pertenencia, pero algo del tamaño de un revólver debería «saltar» fácil en un requisa al ingreso o por el simple paso del escáner.
fuente: diario de cuyo