El Gobierno puso en marcha una serie de medidas a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) con el propósito de abaratar los costos de los medicamentos en el país. La iniciativa quedó oficializada tras su publicación en el Boletín Oficial.
El plan tiene como finalidad estimular la producción nacional y fortalecer la competencia dentro del mercado farmacéutico, con especial atención en los tratamientos esenciales, en particular aquellos destinados a pacientes oncológicos.
Uno de los ejes fundamentales de esta estrategia es la promoción de los medicamentos biosimilares, una alternativa más accesible a los fármacos biológicos originales. Esta medida busca reducir los costos sin comprometer la calidad, eficacia ni seguridad de los tratamientos.
El impulso a la fabricación local de estos medicamentos no solo disminuye la dependencia de proveedores del exterior, sino que también contribuye al fortalecimiento del sistema de salud pública. Un ejemplo concreto de este avance es el caso del pembrolizumab, un fármaco utilizado en tratamientos contra el cáncer.
Con la producción de un biosimilar de este medicamento por parte del laboratorio Elea, su precio ha disminuido en un 60%, beneficiando tanto a los pacientes como al sistema sanitario en general.