Personalmente se encargó de marcar a Navarrete, quien a una docena de segundos de diferencia se ‘vació’ partiendo para abrir un hueco entre ambos. Varias veces arrancó el rionegrino, y en todas ellas se pegaba a su rueda el malla líder. Y, en un par de oportunidades, incluso en una meta volante lo anticipó demostrando que no solo iba a ceder distancia en metros, tampoco regalaría segundos de tiempo.

Toda la etapa, que largó en la Difunta Correa y culminó con cinco circuitos alrededor del casco urbano de Caucete, tuvo esa tónica. Cuando los ataques eran de otros ciclistas del equipo chimbero, los compañeros de Cobarrubia se encargaban de marcarlos y de apuntalar a su líder para que mantuviera las cosas ordenadas.

Tan dura fue la disputa entre Cobarrubia y Navarrete, que anduvieron un buen tramo de la carrera solos los dos arriba, después, cuando decidieron tomarse un respiro, se refugiaron en un grupo de una veintena de hombres que habían sacado considerable ventaja con el pelotón. Como ocurrió en el tercer giro, cuando pasaron a marcar el ritmo Alejandro Durán, Daniel Díaz (ambos Chimbas TQ) y Agustín Videla (Municipalidad de Rawson. Entrando a la penúltima vuelta se sumaron otros dos ‘chimberos’, Emiiano Contreras y Ángel Oropel. Entre los cinco de arriba iban cuatro ‘diablos rojos’; su esfuerzo no puso en riesgo el liderazgo, porque toda la maquinaria del SEP se puso de cabeza en la persecución, llevando a Cobarrubia arriba, para que después, en el momento supremo, a la hora de ganar, el ‘Colo’ impusiera su velocidad intimidante.