Es caucetero pero hace años que vive en Caleta Olivia, Santa Cruz. Por la pasión que siente por el ciclismo se preparó para correr la clásica «Doble Difunta Correa» el domingo con tan mala suerte que se cayó y sufrió fracturas que lo mandaron al quirófano. Se trata de Gustavo Troncoso, un aficionado por el ciclismo que supo correr en la era de Oscar Villalobo y volvió de grande a la actividad.
Se preparó durante todo el año anterior para llegar en condiciones físicas y disputar la dura competencia de ciclismo. Pero el domingo cuando el numeroso pelotón viajaba hacia Vallecito sufrió una pinchadura en el puesto Guayana, después que lo asistieran luchó y alcanzó al pelotón en el inicio de la subida a la Cuesta de las vacas. Pero la cosa no terminó ahí porque en plena subida se topó con una rodada adelante, no pudo evitarla y cayó al asfalto. Debió ser trasladado al Hospital de Caucete en ambulancia donde le diagnosticaron fractura de maxilar superior y desprendimiento del maxilar inferior. Si bien debe realizarse estudios más específicos, ya consiguió turno para la cirugía para este miércoles.
A pesar del mal momento que le toca atravesar, Troncoso agradece a un ángel especial que se encontró en San Juan. Es que Gustavo solo cuenta en la provincia con su hija y con su hermano Néstor quien justamente viajó hace unos días y no se encuentra para acompañarlo en el duro momento.
Sin tener quien lo asista con agua o con lo que necesitara en la ruta, conoció hace unos días a quien denomina «su ángel»: se trata de Iván Páez, otro apasionado del ciclismo quien lo asistió desde su camioneta y quien lo acompañó en el hospital al momento del accidente. «Estas cosas solo se dan en el deporte, se mantuvo al lado de mi hermano en todo momento. Hasta hace unos días eran desconocidos y ahora con ese enorme gesto ya demostró la enorme persona que es», comentó Néstor quien brindó la entrevista teniendo en cuenta que Gustavo, el ciclista accidenteado, no puede hablar debido a las fracturas en su maxilar.