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Después de haber sido reprogramado en varias oportunidades, finalmente arrancó el juicio por el caso que conmovió a San Juan en 2019, el de las tres hermanitas abusadas por un cartonero en Caucete, y -en modo abreviado- “El Chingolo” Ortiz, el sujeto que las sometía sexualmente cada vez que se las llevaba a su rancho cerca de un basural y que las mantuvo cautivas durante casi 24 horas antes de su detención, aceptó 17 años de pena. Por su parte, la madre de las menores -que fue señalada como entregadora- aceptó una condena de 11 años de prisión efectiva.

Mario Antonio “El Chingolo” Ortiz está acusado de abuso sexual con acceso carnal reiterados en tres hechos, en concurso real. A la mamá de esas pequeñas, que hoy tiene 10 y 8 años -dos son mellizas-, le atribuyen participación secundaria en el mismo delito y además exhibiciones obscenas.

En la Sala I de la Cámara Penal de Tribunales, se realizó la presentación y el juez Martín Heredia Zaldo ratificó el acuerdo entre la Fiscalía y las defensas. Tras dar el ok, el magistrado de cámara indicó que el próximo 9 de diciembre se llevará adelante la lectura del veredicto.

La fiscal Marcela Torres, en representación del Ministerio Público Fiscal, promovió el acuerdo tanto con la defensa oficial de la progenitora como con la del abusador.

El hecho mantuvo en vilo a la provincia, cuando las autoridades desplegaron un operativo de búsqueda por el basural de La Tala para dar con las menores que fueron halladas sanas y salvas. Lamentablemente, tras ser sometidas a una Cámara Gesell ante la sospecha de lo que pudo haberles sucedido, confesaron haber sido abusadas por el hombre con el que estaban.

El caso que sacudió a San Juan

El caso estalló el 6 de julio de 2019 después de que una vecina de Caucete llamó a la Policía y alertó que Mario “El Chingolo” Ortiz se había llevado a esas tres pequeñas en una camioneta blanca. La mujer contó que temía que las haya raptado para abusarlas. Así empezó todo, con la madre diciendo desconocer qué pasaba. Si bien luego reconoció que ese sujeto tenía a las niñas, no sabía dónde estaban.

La Policía organizó un gran operativo y ese sábado buscaron a las nenas en todo Caucete. También allanaron el rancho en el que vivía “El Chingolo”, cerca del basural de Las Talas, pero no encontraron nada. Al otro día en horas la tarde localizaron a las niñas en la casa de una vecina, quien las halló deambulando. Ahí confirmaron que habían estado cautivas en manos del cartonero. Después detuvieron al hombre.

La mujer que denunció el caso y otro vecino testimoniaron que ya habían visto cómo “El Chingolo” abusaba mediante manoseos de las niñas o se las llevaba a su casa durante los fines de semana. Dos de las niñas no dijeron mucho. Las psicólogas señalaron que eso podría deberse a que fueron influenciadas para que callaran, pero de todas formas mostraban signos de haber sufrido abusos sexuales.

La otra hermanita si contó todo y reveló que el cartonero las llevaba a su rancho, que las hacía dormir en el piso y que las sometía sexualmente en reiteradas ocasiones. También dejó entrever que su madre sabía de todo esto. Y relató que en ocasiones veían como su mamá mantenía relaciones sexuales en su casa. Por esto último es que a la mujer le imputaron participación secundaria en los abusos sexuales y exhibiciones obscenas.

fuente: tiempo de san juan

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