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Una investigación llevada a cabo por el servicio secreto de Israel (Mossad) aseveró que los atentados contra objetivos israelíes y judíos en Buenos Aires en la década de 1990 no fueron instigados a sabiendas por ciudadanos argentinos ni asistidos por Irán en el territorio.

El diario The New York Times publicó el viernes pasado detalles del estudio, donde se brinda una descripción detallada de cómo se planearon los ataques, incluida la forma en que el material para los explosivos se introdujo de contrabando en Argentina en botellas de shampoo y cajas de chocolate.

Las conclusiones del Mossad se basaron en información de los agentes, del interrogatorio de los sospechosos y de la vigilancia y las escuchas telefónicas.

Dos días después, el domingo pasado, el director del Centro Nacional de Diplomacia Pública de Israel, Lior Haiat, confirmó la autenticidad del informe del Mossad.

Sin embargo, el funcionario dijo que “no hay ningún cambio; se publicó este informe pero no hay ningún cambio y son datos conocidos por los que están involucrados” en el caso.

También afirmó que el informe no morigera la responsabilidad de los exfuncionarios de la embajada de Irán en Buenos Aires y de jerarcas de la nación persa sobre los que pesan circulares rojas de Interpol para ser detenidos por esos ataques terroristas de 1992 y 1994.

Haiat dijo en declaraciones a Télam que el informe, cuyos detalles publicó el viernes pasado The New York Times, “se basa en un resumen de investigación del Estado de Israel sobre los dos atentados y llega a una conclusión muy clara: detrás de los atentados está Irán, que inició, organizó, financió y autorizó los blancos, que fueron la embajada y la sede de la AMIA”.

ATENTADO A LA EMBAJADA DE ISRAEL: QUÉ DICE EL INFORME

Ahora, Infobae informó que tuvo acceso al informe de 43 páginas y realizó un análisis del mismo. A su vez, publicaron la imagen y el prontuario del conductor suicida que voló la Embajada de Israel por orden de Irán y Hezbollah.

El atentado, ocurrido el 17 de marzo de 1992, causó 22 muertes y más de 200 heridos. El informe oficial ratificó la responsabilidad política y criminal de Irán y Hezbollah en la voladura de la sede diplomática israelí.

Según lo que apuntó Infobae, el Mossad ratifica que Irán “utiliza a Hezbollah como su brazo armado y su proxy para encubrir su responsabilidad política y criminal en los ataques que se suceden alrededor del mundo”.

Asimismo, desde el medio especificaron que no se trataría de una relación de pares, sino que Hezbollah opera bajo el mando de Teherán, a través de oficiales de alto rango.

“De toda la información que se ha acumulado durante los años dedicados a investigar los dos atentados perpetrados en Buenos Aires –Embajada de Israel y la AMIA-, surge que estos fueron cometidos mediante la cooperación de Irán y Hezbollah. Estas dos partes se unieron y aprovecharon las ventajas relativas de cada (una) de ellas para lograr su cometido causando múltiples víctimas fatales y cientos de heridos”, informa el dossier del Mossad publicado por el medio.

EL CONDUCTOR SUICIDA QUE VOLÓ LA EMBAJADA DE ISRAEL

Por otra parte, Infobae publicó la imagen y el prontuario del conductor suicida que voló la Embajada de Israel.

Se trata de Muhammad Nur Al-Din Nuer Al-Din, un libanés nacido el 3 de enero de 1966. En aquel entonces, en 1992, tenía apenas 24 años. “La edad promedio de un miembro de bajo rango de la Yihad Islámica, el brazo armado del Hezbollah”, explicó el medio.

“Siguiendo la tradición árabe, las personas reciben su nombre en base a tres nombres: su nombre personal (Muhammad), el nombre de su padre (Nur Al-Din) y su apellido (Nur Al-Din). De aquí que su nombre completo según los registros era Muhammad Nur Al-Din Nuer Al-Din”, detalla el mismo informe, según la recopilación del medio.

A su vez, informa las posibles identidades de su madre (Fatma/Fatima Yunes) y de sus tres hermanos: Ali Noureddine, Nimer Nur Al-Din Nur Al-Din y Hadi Nur Al-Din Nur Al-Din. Ese mismo documento aportó la imagen del suicida, publicada en noviembre de 1992 en el periódico libanés AI-AHD.

Para el Mossad, no existen dudas sobre la participación de un conductor suicida. “Cabe señalar que Hezbollah solía hacer uso frecuente de terroristas y/o conductores suicidas en las décadas de los 80 y 90. Por ejemplo, Hezbollah explotó mediante conductores suicidas el cuartel general de las fuerzas armadas estadounidenses y las fuerzas de paz francesas en Beirut en 1983. Otro ejemplo destacado es por supuesto el atentado a la AMIA perpetrado por Hezbollah y los iraníes en Buenos Aires en 1994, y el atentado fallido de Hezbollah (Yihad Islámica) contra la embajada israelí en Bankok, Tailandia, en marzo de 1994″, aseveró el informe.

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