Spread the love

Hace 75 años, en 4 de junio de 1946, Juan Domingo Perón asumió su primera presidencia. La fórmula compuesta por el fundador del Justicialismo y el radical Hortencio Quijano se había impuesto (55%) a la Unión Democrática. Las políticas del primer gobierno peronista contribuyeron a integrar el tejido social y a establecer mayor equidad en la distribución del ingreso, en el marco de una feroz persecución a los opositores.

El gobierno de Perón recibió como herencia importantes reservas internacionales y una economía descapitalizada. Al asumir comenzó a aplicar su concepción sobre la económica, la cual “se encontraba subordinada a una lógica política que pretendía evitar la lucha de clases, promoviendo la justicia social mediante la intervención del Estado”, según Aldo Ferrer.

El propio Perón la definió en un discurso: “Puestas las cosas en su lugar, capital y propiedad individual en función social, nuestra economía dejó de ser individualista sin pasar a ser colectivista, poniéndose en el justo medio que nos permite calificarla de economía justicialista” (1950).

Para sostener esa idea, durante la primera fase de su gobierno se aplicaron medidas destinadas al incremento de los salarios (sueldo mínimo y anual complementario), control de precios y alquileres, y mejoras en las prestaciones de la seguridad social. La sustitución de importaciones y la nacionalización de los servicios públicos (teléfonos, electricidad, gas, ferrocarriles) fueron otros ejes centrales de la política de Perón.

Al mismo tiempo, impuso reformas en la Legislación social (convenios colectivos por industria, tribunales de trabajo), financiera (nacionalizó el Banco Central y le dio la potestad de único creador de dinero) y comerciales (controlando las operaciones con el exterior).

Todo ese combo derivó en una expansión de la demanda y la redistribución del ingreso; y se tradujo en mejores condiciones de vida para los sectores populares. También generó un importante efecto expansivo: aumento del PBI, de los bienes y servicios disponibles y de las importaciones; y una fuerte caída de las reservas.

De la Década Infame al Día de la Lealtad

Terminada la “Década Infame” por el golpe de Estado de 1943, otro 4 de junio, Perón asumió como secretario privado del ministro de Guerra Edelmiro Farrell. Para finales de ese año ya había actuado en las negociaciones con los sindicatos; y asumido primero el Departamento y luego la Secretaria de Trabajo. Allí fue un catalizador de los temas sociales y laborales y a través de su gestión se lograron reivindicaciones de los trabajadores que terminaron de catapultar su popularidad entre esa clase.

En 1944 el general Farrell asumió la presidencia de facto y nombró a Perón como ministro de Guerra y luego como vicepresidente, manteniendo los cargos de ministro de Guerra y de secretario de Trabajo. El auge del peronismo, que aplaudía las políticas laborales y sociales impulsadas por Perón, dio lugar a un creciente y descontento ‘antiperonismo’, surgido en gran parte con el apoyo de militares que no comulgaban con el nuevo caudillo social.

Cuando altos jerarcas militares le dieron la espalda al tándem Farrell-Perón, el general debió renunciar el 8 de octubre y cuatro días más tarde fue detenido y llevado a la cárcel de la isla Martín García. En octubre de 1945, al cumplirse un año de su detención, miles de partidarios del general colmaron la Plaza de Mayo para exigir su liberación: allí nació el Día de la Lealtad.

Juan Domingo Perón nació en 1895 en la localidad bonaerense de Lobos; de muy pequeño su familia se mudó al sur debido al trabajo de padre. A los 9 años lo enviaron a estudiar a Buenos Aires. En 1911 ingresó en el Colegio Militar y su carrera castrense fue prolífica, hasta alcanzar (1950) la jerarquía de Teniente General.

Conoció parte del mundo y sus conflictos de esa época durante una gira militar por varios países de Europa y la Unión Soviética, donde se capacitó en economía y disciplinas deportivas. A sus 42 años Perón enviudó de su primera esposa Aurelia Tizón y una década después se casó con la actriz Eva Duarte, una relación que marcó un antes y un después en la historia política de Argentina.

Perón asumió su segunda presidencia otro 4 de junio, de 1952. Más adelante, en 1973, luego de la proscripción peronista y su exilio, asumiría su tercer mandato junto a su tercera esposa, María Estela Martínez de Perón, como vicepresidente. El 1º de Julio de 1974 falleció a sus 78 años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *