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Poco más de tres años pasaron de la donación que cambió la vida del caucetero Ariel Cabra. En 2020 recibió el trasplante de hígado por parte de su héroe anónimo o, mejor dicho, su “hermano de la vida”. Por este hecho, y en el Día Nacional del Donación de Órganos (30 de mayo), decidió concientizar sobre dicha práctica solidaria y expresó que “una persona puede salvar ocho vidas”.

El caucetero, quien padeció cáncer de hígado, recibió el 15 de mayo de 2020 el trasplante total por parte de su “hermano de la vida” en la Ciudad de Buenos Aires.

“Yo estaba muy mal. Llegué casi desahuciado a Buenos Aires”, le contó Cabra a Tiempo de San Juan. En la capital argentina vivió seis meses y estuvo primero en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).

Aquel 15 de mayo de 2020 fue trasplantado con éxito. Pero luego llegó otro gran desafío: esperar la compatibilidad del nuevo órgano. “No le deseo a nadie la incertidumbre de llegar al trasplante”, manifestó.

Por este motivo, se consideró “un elegido por Dios”. “Muchas personas no llegaron al trasplante y otros no fueron compatibles”, expresó.

La ayuda no llegó únicamente por parte del donante, también de su familia. Ariel dijo que su esposa e hijos fueron los pilares fundamentales. Sus primos, amigos y tíos mandaron mensajes todos los días para conocer su estado de salud y darle mensajes de apoyo.

La vida de Cabra cambió. Su calidad de vida mejoró por completo y continúa trabajando como carpintero y vendedor de muebles.

Su caso le sirvió para impulsar la donación de órganos. Hoy en día, hay más de 250 personas en San Juan en lista de espera. Por este motivo, concientizó sobre la importancia de dicha práctica y dar vida “cuando la estamos por perder”. “Una persona puede salvar hasta ocho vidas”, concluyó.

 

fuente: tiempo san juan

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