Esta semana, llamó la atención la fuerte renovación del personal de la Comisaría 9º, en Caucete. Si bien en un primer momento trascendió que estaba ligada a un hecho de inseguridad entre policías, el jefe de la fuerza, Eduardo Lirola marcó que el proceso se enmarcó en una decisión de mejorar el servicio a la comunidad. Además, desmintió su renuncia.
«Hago los cambios necesarios, producto que hay gente que se enferma, se traslada, que asciende y por diferentes razones se va cambiando. Por razones de seguridad también», dijo en rueda de prensa, en el acto por el día del Agente Penitenciario. Lirola señaló, asimismo, que «los rumores de mi renuncia no sé de dónde salieron. Jamás renuncié a un trabajo sino que le hice frente a las situaciones. Con el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez (tras también versiones de mala relación), nos conocemos hace 30 años y nos respaldamos desde el primer día».
Agregó que el cambio de personal en la seccional de Caucete «no tuvo nada que ver. En ese punto tuvo intervención la Subsecretaría de control de gestión para que se produzca la investigación». Y agregó que «con la intendencia, concejales y unidades civiles, e vio que se necesitaba mayor seguridad a la dependencia. Esta unidad se ha cambiado, no la totalidad, sino un grupo de personas que por razones de amistad o por circunstancias varias, no podía lograr los objetivos que debía. Se han trasladado a otra dependencia para seguir trabajando».
Y agregó que «esto va a seguir en otras comisarías porque necesito buscar un perfil adecuado para el trabajo policial, en sus diferentes tareas».
fuente: DLPSJ