Hay situaciones límite en las que uno no sabe cómo va a reaccionar hasta que pasan. Un robo, una primera cita y, lamentablemente, la pérdida de un ser querido. En este último caso, el duelo se puede hacer de muchas formas, pero quizás una de las más bonitas es la de una abuela, que se hizo viral por demostrar que el amor no tiene ningún tipo de fronteras.
Resulta que Sasha, decidió contar en Twitter una hermosa historia de su familia. “Mi papá falleció ya hace 6 meses y mi abuela le sigue escribiendo a su WhatsApp para contarle y decirle lo mucho que lo ama y extraña. No quiero decir nada, pero estoy llorando”, escribió.
A su vez, eligió compartir también las capturas de pantalla de los mensajes que su abuela le envía a su hijo, Gustavo, para tenerlo siempre presente y para poder contarle cosas de su vida. Por ejemplo, le escribió para decirle que, aunque no esté físicamente para noche buena, estará presente en otro lugar. “Mañana es Noche Buena y no vas a estar presente, pero sí en mi corazón. Te amo hijo”, redactó.
También lo hizo para desearle feliz año: “Ya estamos en 2020. Felicidades, Gustavo”. También lo hizo para hacerle saber que les compró algo a sus hijas para Reyes: “Hoy es reyes magos y les compré algo a tus hijas, quédate tranquilo hijo. Te amo”.
Por si hacía falta algo más para emocionarse, le escribió para que no queden dudas de que lo extraña con todo el corazón. “¿Cómo estás, Gustavo? Haceme soñar así te veo. Te amo hijo, te extraño un montón. Besos, mamá”.
Con lágrimas en los ojos, los usuarios de la red social del pajarito levantaron esta historia y la transformaron en viral. Para muestra un botón, al momento de escribir esta nota, cuenta con 55 mil “me gusta”, casi 2 mil retuits y más de 1.900 comentarios. Entre estos últimos, se destacaron los siguientes: “no quería llorar un domingo”; “pero la p… madre, me dolió”; “no puedo parar de llorar”; “me liquidó”; “me rompió el corazón”; “no estoy llorando, se me metió algo en el ojo”; “y yo que pensaba arrancar bien la semana” y “las abuelas son lo más puro que hay”.
fuente: crónica