El cambio climático sigue haciendo sentir sus efectos sobre los ecosistemas de altura y, con ello, sobre la provisión de agua en San Juan. Según explicó Silvio Pastore, coordinador del Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, el panorama para 2025 no es alentador: las expectativas níveas son bajas y se espera un año atípico que podría agudizar aún más la crisis hídrica en la provincia.
“Teníamos algunas expectativas, pero es un año muy atípico. La expectativa era que se produjeran precipitaciones similares al período anterior o que, al menos, comenzaran un poco más tarde, entre abril o mayo. Eso no ha sucedido”, explicó Pastore. El especialista recordó que en 2024, a mediados de abril, ya se había registrado la primera nevada, e incluso una segunda que se acumuló sobre la anterior. Sin embargo, en este 2025 no se han replicado esas condiciones.
El análisis se enmarca en una lectura climática más amplia. Según Pastore, los modelos meteorológicos muestran una transición de cara a un año “neutro”, sin eventos marcados como El Niño o La Niña, pero con la posibilidad de retornar a un período de sequía.
“El fenómeno sigue una línea que parece indicar que será un año neutro, pero los pronósticos indican que volveríamos a ingresar a un periodo de sequía”, anticipó.
Uno de los aspectos más preocupantes, según señaló el experto, es que las nevadas registradas en 2024, que en su momento generaron expectativas, estuvieron por debajo de la media histórica. “No se pudo recuperar la capacidad total de los tres embalses del río San Juan, ni se logró almacenar lo necesario. Eso nos dejó vulnerables, y ahora estamos ante un año que no da señales de mejora”, advirtió.
El último evento níveo registrado fue el jueves pasado, pero Pastore detalló que se trató de una precipitación mínima, que no logró mantenerse ni 24 horas. “Por otro lado, se están registrando temperaturas sobre 0º C, lo cual es cálido para la época. No tenemos las condiciones meteorológicas propicias para que se acumule nieve”, remarcó, dejando en claro que la combinación entre temperaturas altas y precipitaciones escasas complica el panorama para las reservas de agua.
Frente a este contexto, las expectativas para el invierno son inciertas. “Viene complejo el 2025. Va a ser un año bastante atípico. Aparecen condiciones climatológicas raras que no sabemos aún cómo van a impactar en la provincia”, sostuvo. Lo que sí está claro, según Pastore, es que la tendencia hacia una menor oferta hídrica se mantendrá a largo plazo.
“De acá al 2100 seguiremos con tendencias negativas. La oferta hídrica no va a aumentar. Estas son las condiciones a las que nos tendremos que adaptar”, afirmó con contundencia. El mensaje del especialista deja en evidencia que San Juan deberá seguir enfrentando los efectos del cambio climático con políticas activas de adaptación y eficiencia hídrica, ya que las condiciones del pasado difícilmente se repitan en el futuro.
fuente: diario huarpe