En el marco del aniversario de ‘Ni una menos’, el movimiento de lucha contra la violencia de género que surgió el 3 de junio del 2015, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dio a conocer ayer las estadísticas sobre femicidios en la Argentina. Los datos arrojan que en el 2024, en el país se contabilizó un total de 247 víctimas fatales de violencia de género, con una muerte cada 39 horas. Estas estadísticas se confeccionaron con el aporte de cada provincia, lo que permitió conocer la situación de cada una respecto a este flagelo. Así se determinó que San Juan tuvo la tasa más baja de femicidios en comparación con el resto de las jurisdicciones.
De los 247 casos fatales de violencia de género en el 2024, 228 correspondieron a víctimas directas de femicidio y a 19 víctimas vinculadas. En las 228 víctimas directas se incluyen 220 mujeres cis (que conservan el sexo con que nacieron) y 8 mujeres trans/travestis, elevando la tasa a 0,95 muertes cada 100.000 mujeres. Cabe recordar que la tasa varía según la cantidad de casos y la población de mujeres. Teniendo en cuenta ambos datos, se revela que San Juan registra el índice de femicidios más bajo del país. Esto se debe a que en el 2024 se registró un solo caso en una población estimada de 409.556 mujeres, lo que dio una tasa de 0,24: la cuarta parte de la media nacional.
Si bien hubo otras provincias donde también hubo un único caso de femicidio durante el año pasado, como Catamarca, La Pampa, La Rioja y Santa Cruz, la población de mujeres allí rondó entre 186.000 y 214.000, con tasas que van de 0,47 a 0,51.
El caso local que pasó a formar parte de las estadísticas nacionales fue el femicidio de Yanina Pérez, que conmocionó a toda la comunidad de Angaco donde vivía.
Su femicidio ocurrió el 15 de febrero de 2024 en manos de su expareja, como la mayoría de los casos registrados en el país. Los datos a nivel nacional muestran que en al menos el 86% de los casos, la víctima directa de femicidio tenía vínculo previo con el sujeto activo (agresor). En el 54% eran parejas, exparejas o tenían otro tipo de relación sexo-afectiva; en el 16% eran familiares, y en el 16% tenían otro tipo de vínculo. Sólo en el 9% de los casos eran desconocidos entre sí.
Yanina Pérez, de nacionalidad argentina, tenía 43 años al momento del hecho y tenía a cargo una persona menor. El informe de la Corte muestra que al menos 96 víctimas directas de femicidio tenían a cargo a 204 niñas, niños o adolescentes (de 0 a 17 años de edad), cuando perdieron la vida.
Omar Ariel ‘El Guascazo’ Pérez, tenía 40 años cuando terminó con la vida de Yanina Pérez, en la puerta del cementerio donde ella trabajaba. Según consta en las estadísticas de la Corte, el femicidio ocurrió en un contexto de violencia doméstica con hechos previos que la víctima no denunció formalmente por lo que tampoco pidió medidas de protección. Los datos a nivel nacional muestran que en al menos el 48% de los casos relevados se registraron hechos previos de violencia de género y doméstica entre la víctima y el sujeto activo de femicidio directo, y que al menos el 12% de los femicidas tenían antecedentes de violencia de género respecto a otras víctimas, distintas a las del femicidio.
Yanina Pérez murió apuñalada por su expareja. En el informe de la autopsia realizada por el cuerpo forense de San Juan, la víctima presentaba cinco heridas punzocortantes: una en el pecho derecho, otra en el hemitórax derecho, una tercera en la zona abdominal, una cuarta en el pecho izquierdo y la quinta en las costillas izquierdas.
Los datos del 2024 a nivel país arrojan que las víctimas directas de femicidio fueron asesinadas principalmente mediante el uso de la fuerza física (manual y con elementos) con 86 casos (36%), seguida de la utilización de armas blancas y elementos cortopunzantes en 67 casos (29%). Luego, en 46 casos (20%) se utilizaron armas de fuego; en 13 casos (6%) fuego u otros medios combustibles; y en 5 casos (2%) el femicidio directo se cometió por intoxicación o venenos. En tanto que en 2 casos (1%) se emplearon otros medios.
En el informe también se detalla la edad promedio de las víctimas directas de femicidio la del hecho. Fuer de 40,9 años, lo que implica que subió en 2,6 años el promedio de edad respecto de 2023, que fue de 38,3 años.
Además se mostró que el 79% (180) de las víctimas de femicidio directo fueron atacadas en viviendas, mientras que el 9% (20) de estos hechos ocurrió en el espacio público. Y que el 84% de los hechos sucedieron en zonas urbanas, mientras que el 16% en zonas rurales.
Otros datos que muestra el informe, es que en el 2024 la mayoría de las víctimas directas de femicidio fallecieron en el mismo lugar del ataque. Sin embargo, en al menos 71 casos esto no coincide: en 46 porque la víctima murió en el hospital o camino hacia el hospital, mientras que en los 25 casos restantes fallecieron o sus cuerpos fueron hallados posteriormente en lugares diferentes de donde ocurrió el hecho, como descampados, caminos rurales, arroyos, ríos, lagunas, rutas, vía pública e interiores de vehículos. Además, en 3 casos el cuerpo de la víctima no fue hallado a la fecha de corte de este informe.
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