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Rusia anunció hoy la rendición de más de 1.000 marinos ucranianos en la ciudad portuaria de Mariupol, sitiada desde hace semanas, mientras en el plano diplomático los presidentes de Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, todos miembros de la OTAN y a las puertas de Rusia, visitaron Ucrania como muestra de apoyo a Kiev.

«En la ciudad de Mariupol, en la zona de la fábrica metalúrgica Ilich (…) 1.026 militares ucranianos de las 36ª brigada de marina depusieron de manera voluntaria las armas y se rindieron», anunció esta mañana el portavoz del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.

El funcionario precisó que entre los militares que se rindieron hay 162 oficiales y 47 mujeres.

De los rendidos, señaló, 151 heridos recibieron primeros auxilios en el sitio y más tarde fueron trasladados al hospital de Mariupol para recibir tratamiento, reportó la agencia de noticias rusa Sputnik.

La televisión pública rusa mostró imágenes de hombres con ropas camufladas transportando a heridos en camillas en lo que parecía ser una cueva, reprodujo la agencia de noticias AFP.

Las autoridades regionales del sudeste de Ucrania evaluaron ayer en al menos 20.000 el número de muertos en Mariupol, bombardeada desde hace más de 40 de los 49 días que lleva la invasión rusa a Ucrania.

En tanto, los mandatarios de los tres países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) y Polonia visitaron Ucrania en una muestra de apoyo al asediado país, un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, prometiera continuar con su ofensiva hasta su «completa finalización».

Los cuatro mandatarios que integran la OTAN y comparten el temor de enfrentar un eventual ataque ruso si Ucrania cae, viajaron en tren a Kiev para reunirse con el líder ucraniano Volodimir Zelenski.

Más temprano, Zelenski, pidió a Estonia que promueva la introducción de sanciones «más estrictas» contra Rusia a nivel de la Unión Europea (UE), que incluyan un bloqueo «total» a los bancos rusos y un embargo a las importaciones de energía rusa. En una intervención virtual en el Parlamento estonio, Zelenski defendió la introducción de sanciones, la «única herramienta» que puede «obligar» a Rusia a firmar la paz en el país europeo.

Según datos que proporcionó, recogidos por la agencia de noticias ucraniana Ukrinform, más de medio millón de ucranianos fueron reubicados «a la fuerza» en Rusia.

En el frente, los combates se concentran ahora en la zona industrial de Mariupol, cuya conquista es considerada vital para las autoridades rusas dado que posee un puerto que da al mar de Azov, y que, de quedar en su poder, las fuerzas invasoras controlarían el territorio del sudeste, desde Crimea hasta la región del Donbass, donde se hallan las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk.

Konashenkov agregó a la agencia de noticias rusa Interfax que en Mariupol «como resultado de las exitosas acciones ofensivas de las Fuerzas Armadas rusas y las unidades policiales de la República Popular de Donetsk (por la provincia prorrusa homónima), 1.026 militares ucranianos (…) voluntariamente han depuesto las armas y se han rendido», recogió la agencia de noticias Europa Press.

Además, en su habitual reporte diario el portavoz de Defensa agregó que «las fuerzas de misiles y artillería destruyeron 693 objetivos del enemigo, de los cuales 676 son grupos militares y equipos, 11 puntos de gestión, cinco almacenes de mantenimiento».

El fuego de las fuerzas rusas, indicó, también alcanzó 46 instalaciones militares, incluidos dos puestos de mando, una estación de radar, dos sistemas de lanzacohetes múltiple, así como cuatro áreas de concentración de equipos de combate.

Además, relató, los sistemas rusos de defensa aérea derribaron dos drones ucranianos sobre la localidad de Afanasievka en la provincia de Nikolaev (sur).

El ministerio informó de cuatro helicópteros derribados en el aeródromo militar de Mirgorod (dos Mi-8 y dos Mi-24), y dos almacenes de armamento de artillería destruidos desde mar y aire.

Hoy, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Karim Khan dijo durante una visita a la ciudad ucraniana de Bucha -escenario de una matanza de la que Kiev culpa al Ejército ruso-, que Ucrania es una «escena del crimen»,

«Estamos aquí porque tenemos buenas razones para creer que se están cometiendo delitos de la competencia de la Corte. Tenemos que atravesar la niebla de la guerra para llegar a la verdad», declaró Khan a la prensa.

En la ciudad se encontraron cientos de civiles muertos tras la ocupación rusa y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, culpó al Kremlin de los crímenes, que Rusia niega y señala que se trata de un montaje de occidente.

Khan también indicó que un equipo forense de la CPI se puso a trabajar «para que realmente podamos asegurarnos de separar la verdad de la ficción».

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