El debut ayer del uso del “pase sanitario” obligatorio para mayores de 13 años en cinco provincias engrosó la apuesta de buena parte de los gobernadores a este método para fogonear la vacunación contra el coronavirus. Pero además disparó ya una senda de judicialización de la medida, que condiciona el acceso a eventos masivos y a ciertas actividades en lugares cerrados a contar con el esquema completo de dosis.