El Senado de la Nación dejó pasar la oportunidad de discutir la resolución que congelaba las dietas de sus integrantes, lo que derivó en un aumento automático de sus ingresos. Sin modificar lo establecido por la vicepresidenta Victoria Villarruel —una resolución que había sido prorrogada hasta el 31 de marzo—, los senadores percibirán este mes un salario bruto superior a los 9,2 millones de pesos, beneficiados por una suba del 2,7% correspondiente a los meses de enero y febrero, acordada por la Asociación del Personal Legislativo (APL), dirigida por Norberto Di Próspero.
Pese a que hubo intentos de retomar el debate, el tema fue excluido de la agenda legislativa, incluso durante la última sesión dedicada a rendir homenaje al Papa Francisco. Así, sin resolución nueva que modifique la fórmula aprobada en abril del año pasado, los haberes se ajustan nuevamente de forma automática.
El aumento generó reacciones dispares. José María Carambia, senador por Santa Cruz, expresó su rechazo con una medida simbólica: anunció en sus redes sociales que sorteará parte del incremento. «Como no fui escuchado, decidí donar un millón de pesos a ONGs de la provincia y sortear el otro millón entre dos vecinos de Santa Cruz», publicó. El sorteo está previsto para el próximo 8 de mayo a las 18 horas.
Otro que se manifestó en contra del incremento fue el cordobés Luis Juez (Pro), quien le solicitó formalmente a Villarruel mantener congelada su dieta durante todo el año. «No es tiempo de discutir sueldos en la política. Es el momento de estar a la altura del sacrificio que hace el pueblo argentino», expresó en su nota.
El mecanismo de actualización salarial de los senadores fue aprobado hace un año, mediante una resolución impulsada por el salteño Juan Carlos Romero. Desde entonces, las dietas se calculan según un sistema de módulos, idéntico al que rige para los empleados legislativos. Cada senador percibe 4000 módulos: 2500 por dieta básica, 1000 por desarraigo y 500 por representación. Con el valor actual del módulo —2285 pesos—, el ingreso bruto mensual alcanza los 9.140.000 pesos.
Tras la controversia que desató esa medida en 2024, los propios legisladores decidieron suspender los aumentos hasta fin de ese año. En diciembre, la mayoría de los bloques solicitaron a Villarruel extender el congelamiento, lo que llevó a la firma de la resolución DR 27/24, con vigencia hasta el 31 de marzo de este año. Sin embargo, al no renovarse dicha disposición ni abrirse el debate en las sesiones ordinarias, el esquema original volvió a entrar en vigencia.