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Con las complicaciones del apuro y de la proximidad de las Fiestas, el Gobierno nacional se movió para que este mediodía la convocatoria del presidente Alberto Fernández a los gobernadores sea lo más representativa posible para escenificar un fuerte rechazo al fallo de la Corte Suprema en favor del jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta en su reclamo por fondos coparticipables. El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, que por razones de agenda hoy no participará de la reunión, sacó un hilo de tuits desarrollando el argumento de porqué el Ejecutivo no debe acatar la decisión judicial, algo que compartiría Axel Kicillof. «El fallo de la Corte Suprema arrasa los límites entre los poderes, quebrantando el federalismo», describió el gobernador bonaerense. El propio Fernández consideró el de ayer «un día aciago para el federalismo por este fallo tremendo».

La Liga de Gobernadores del Frente de Todos se constituyó a mitad de año en buena medida por motivo de esta controversia entre la situación privilegiada de la Capital Federal contra la Nación y las provincias, un conflicto que se originó cuando Mauricio Macri, como presidente, le otorgó a la CABA una cifra para sostener a su Policía que, luego se evaluó, excedía largamente lo necesario. En un paso más allá, los gobernadores luego impulsaron junto a la Nación una reforma de la Corte Suprema hasta llevarla a 25 integrantes, para que tuviera una composición federal y no la centralista y exclusivamente masculina que la caracteriza en la actualidad.

En las últimas semanas, la Liga se convocó en dos ocasiones luego de las versiones que publicaban los medios opositores acerca de que el máximo tribunal ya tenía listo el fallo a favor de las pretensiones de Rodríguez Larreta, el principal candidato de la oposición. Pero la coyuntura política terminó ganando el temario. En el último encuentro, incluso, se sumó la conducción de la CGT y hablaron de la situación interna del Frente de Todos.

Algunos gobernadores participarán de manera presencial y otros lo harán de forma virtual. En el Gobierno quieren darle una respuesta contundente al nuevo desafío del Poder Judicial y algunos mandatarios provinciales se anticiparon y directamente reclamaron no acatar el fallo al considerar que es violatorio de la Constitución Nacional. «El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, debe desconocer este fallo pues objetivamente es una atribución constitucional del artículo 99, y no depende de una intromisión de carácter judicial arbitraria y discrecional», escribió Capitanich en el hilo de tuits en el que desarrolló su argumentación. Además, responsabilizó a la Corte Suprema de haber provocado un conflicto de poderes por lo que requiere una respuesta «clara e indiscutible». También reclamó un juicio político para que sus integrantes «rindan cuenta de sus actos».

En ese clima de tensión se desarrollará el encuentro convocado a partir del mediodía en la Casa Rosada. Capitanich no dialogó con todos sus colegas pero sí, por ejemplo, con Kicillof, quien coincidió en rasgos generales con su argumentación. El gobernador bonaerense es el principal damnificado de la decisión de los cortesanos pero, en definitiva, lo son todos los mandatarios. «La participación de la Ciudad de Buenos Aires no afecta a la coparticipación de las provincias», afirmó la Corte en la sentencia firmada por sus cuatro integrantes, pero eso no es cierto. Como argumentó alguna vez la propia Corte en algunos de sus fallos, los recursos no son infinitos y lo que ahora irá a parar a las abultadas arcas de la Capital significará menos obra pública y recursos para el resto del país. Por eso, hubo 14 provincias que se presentaron como amicus curiae para acompañar la posición de la Nación, pero la Corte los ignoró olímpicamente.

Desde el entorno de los gobernadores lo consideraron un fallo político y no jurídico. El máximo tribunal no resolvió sobre el fondo de la cuestión pero hizo lugar a la cautelar presentada por Rodríguez Larreta y fijó que la Nación debe traspasarle a la Ciudad un 2,95% de la masa de fondos coparticipables. Eso significará un extra de 182 mil millones de pesos en 2023 para el presupuesto del jefe de gobierno porteño, quien de inmediato dio inició simbólico a su campaña electoral anunciando que eliminaba el impuesto al uso de la tarjeta de crédito que él mismo creó como medida de compensación. «Estamos avalando una transferencia de recursos millonaria a la ciudad más rica del país, con el mayor ingreso por habitante en 203 kilómetros cuadrados», se escandalizó Capitanich.

«No puede la Corte Suprema seguir funcionando como el resguardo del poder corporativo», sostuvo Capitanich, por lo que insistió en lo del juicio político para que sus integrantes expliquen las motivaciones de sus fallos, que se repiten en contra de las necesidades del Ejecutivo. Hubo varios gobernadores que adelantaron su rechazo contra la decisión. «Va en contra del federalismo y es inconstitucional», observó el riojano Ricardo Quintela. El PJ Bonaerense, que preside Máximo Kirchner, emitió un comunicado que consideró que la que se viene dando en torno al tema «no es una discusión en abstracto, se trata de que un grupo de jueces han decidido ser cómplices del macrismo y sin el voto popular le quitan a las provincias argentinas un derecho para favorecer a los privilegiados de siempre».

Ni lerdos ni perezosos, desde la oposición salieron de inmediato en defensa de la Corte Suprema y reaccionaron a los rechazos del oficialismo, El jefe del interbloque de Diputados, el radical Mario Negri, le reclamó al Presidente «que enfríe su cabeza y no se le ocurra desacatar el fallo». Según su argumentación, los gobernadores del PJ «buscan la anarquía para ir contra todo y quedarse con todo».

 

fuente: el destape

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