Así se observaría una nueva desaceleración de la inflación después del pico anual registrado en el primer cuatrimestre, mientras el Banco Central mantiene la restrictiva política monetaria que retira pesos de las calles mes a mes.
Esta nueva desaceleración vendría de la mano de la estabilidad del dólar y gracias a que en junio no hubo presión de los precios regulados porque el Gobierno suspendió los aumentos de tarifas hasta después de las elecciones. Según los bancos y consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, lo precios podrían haber subido en junio un 2,6%, es decir 0,1% menos que el mes anterior.
De acuerdo con los gremios de la CGT y la CTA, el costo de vida de los trabajadores asalariados registrados aumentó un 2,7% mensual en junio, menor al 2,9% medido por ellos en mayo pasado, por lo que se observó una desaceleración. Así lo indicó el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que cuenta con el apoyo de unos 45gremios de la CGT y la CTA de los Trabajadores.
Después del pico del 4,7% que se registró en marzo, la tendencia de la aguja inflacionaria hacia la baja, continuaría en lo que resta del año para culminar en el 40% anual, según el REM que elabora el Banco Central. Los datos oficiales (Indec) señalan que, hasta mayo, la inflación acumula una suba del 19,2% en lo que va del año y 57,3% a nivel interanual. La consultora Ecolatina dijo en un informe que la suba fue del 2,7% en junio: «se desaceleró 0,4 puntos respecto de mayo (3,1%)», informó.
Según la consultora EcoGo, esto se explicó por un impacto de las paritarias del servicio doméstico, computado en junio y julio y en menor medida por las subas en los precios de los electrodomésticos, así como también por la suba de los artículos para el hogar, debido a la absorción del costo financiero del programa Ahora 12″.