La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció que el Gobierno revocará todos los permisos de cultivo de cannabis otorgados bajo el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN). Esta decisión afectará a miles de pacientes que utilizaban este sistema para acceder al aceite y otras preparaciones medicinales derivadas de la planta.
Según Bullrich, durante la gestión de Alberto Fernández, se aprobaron más de 300 mil permisos individuales y otros 30 mil para la producción destinada a terceros. “Vamos a dar todo de baja, vamos a empezar de cero”, afirmó la funcionaria.
La decisión genera incertidumbre en miles de usuarios que dependen del REPROCANN para obtener su tratamiento. El registro permitía que pacientes con prescripción médica cultivaran su propia planta o recurrieran a cultivadores autorizados. Con la eliminación de los permisos, se teme que muchos de ellos queden en una situación de vulnerabilidad sin acceso legal a su medicación.
Organizaciones de usuarios y profesionales de la salud han manifestado su preocupación ante la medida. Especialistas advierten que esta decisión podría empujar a los pacientes hacia el mercado negro, donde no hay garantías de calidad ni control sobre los productos. También cuestionan el argumento de que la iniciativa busca frenar el descontrol, ya que el REPROCANN establecía requisitos estrictos para la aprobación de permisos.
El Gobierno, por su parte, asegura que la decisión no va en contra de la legislación vigente sobre cannabis medicinal, sino que busca evitar el presunto desvío de la producción hacia el comercio ilegal. Aún no se conoce cuáles serán las nuevas reglas para quienes requieran el cannabis con fines terapéuticos, pero se espera que la normativa sea publicada en el Boletín Oficial en los próximos días.
Mientras tanto, miles de pacientes y sus familias se encuentran en la incertidumbre respecto a cómo podrán continuar con sus tratamientos, en un escenario donde el acceso al cannabis medicinal podría volverse más restrictivo y burocrático.