Para el magistrado se probó que Mario Antonio Ortiz (46 años, alias “Chingolo”) las sometió a prácticas sexuales equiparables a una violación (como el sexo oral).
La madre de las niñas, de 40 años, cometió exhibiciones obscenas, pues las niñas habían referido que la vieron mantener sexo con algunos sujetos que la visitaban en el humilde rancho donde vivían.
