A fines del año pasado la Policía de San Juan descubrió una nueva modalidad delictiva para el robo de vehículos. Se trata de la utilización de inhibidores electrónicos que desactivan las alarmas de los autos y de esa forma facilita la apertura de las puertas del rodado que se quiere robar. El primer caso descubierto fue cuando un delincuente que robaba elementos del interior de autos estacionados en calles de San Juan fue detenido luego de un operativo de investigación. Los pesquisas descubrieron que había escapado a San Luis y que utilizaba un sistema inhibidor de señal para cometer los delitos.

La investigación policial comenzó a raíz de tres denuncias realizadas por personas que habían dejado sus vehículos estacionados en la zona del microcentro de la provincia con sus respectivas medidas de seguridad y al regresar constataron que, sin ejercer violencia alguna, desconocidos habían sustraído sus pertenencias. Los efectivos comenzaron con las tareas respectivas y con lo aportado ante la Justicia, se allanaron dos domicilios en Caucete y Rivadavia, se logró secuestrar varios efectos de los denunciados, para luego dar con un delincuente oriundo de Mendoza, autor de los hechos. Ante esta situación la Policía recomendó que «al accionar el cierre centralizado de los vehículos a través del comando/control, lo conveniente es asegurarse y verificar si efectivamente el rodado ha quedado con la seguridad y alarma activada».