La Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes rechazó un recurso de Casación de la defensa del ex capitán de navío Carlos Guido Pérez (63) y su esposa, la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava (53), dos de los acusados de la sustracción de Loan Danilo Peña que están detenidos. Ahora sólo les queda recurrir en queja a la Corte Suprema de Justicia.
El fiscal general Carlos Schafer se pronunció por rechazar el recurso por considerar que no se estaba ante una sentencia definitiva ni equiparable, y que tampoco surgía del expediente un agravio federal concreto o arbitrariedad manifiesta, ya que sólo se advertía en el escrito del defensor “una mera discrepancia con lo resuelto por esta Cámara”.
Sostuvo que en el caso “se ha garantizado el doble conforme o garantía de la doble instancia que debe observarse dentro del marco del proceso penal como ‘garantía mínima’ para toda persona inculpada de un delito”, conforme lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Los jueces destacaron en su resolución que la defensa “no cuestionó la legitimidad o fundamentación de la prisión preventiva, de acuerdo a las circunstancias de cada caso concreto podría permitir una admisibilidad parcial del recurso”.
Y agregaron que “tal como lo ha sostenido esta alzada en numerosos precedentes, la resolución atacada no reúne la condición de sentencia definitiva o equiparable a ella” y que no se advierte “la existencia de un agravio federal concreto o arbitrariedad manifiesta, puesto que la defensa -al momento de fundar la admisibilidad del recurso- transcribió los artículos del Código Procesal Penal de la Nación, conteniendo una mera discrepancia con lo resuelto por este Tribunal”.
Destacaron además que la ratificación del procesamiento “tampoco podría violentar la garantía de defensa en juicio, toda vez que surge del mismo la conducta específica por la cual se procesa a Pérez y Caillava, constituyendo dichas circunstancias un límite objetivo a la admisibilidad del remedio extraordinario intentado”.
De qué acusan al matrimonio Pérez-Caillava
Para la Cámara, el 13 de junio del año pasado, Pérez y Caillava fueron los encargados de sacar de la zona de El Algarrobal a Loan, de 5 años, en su camioneta Ford Ranger, cuando abandonaron la casa de Catalina, la abuela del chico, con la excusa de ir a ver el partido que esa tarde jugaba River.
Los jueces sostuvieron que los siete imputados, Pérez, Caillava, Bernardino Antonio Benítez (38), Laudelina Peña (46), Oscar «Fierrito» Ramírez (50), Mónica del Carmen Millapi (36) y el ex comisario Walter Maciel (44) “planificaron con antelación sustraer a un menor de diez años, durante un almuerzo previsto para el 13 de junio de 2024, en el domicilio de Catalina Peña, al que habían sido previamente invitados, a excepción de Maciel”.
“El acuerdo previo consistía en sustraer ‘a un menor’, y no específicamente a Loan, ya que, como se dijo, su presencia en el almuerzo fue espontánea y sorpresiva para el resto de los asistentes. En el marco de ese plan, cada imputado tenía asignado un rol específico”, alegaron en otro párrafo.
De acuerdo a la reconstrucción que hicieron los magistrados, “Benítez y Ramírez debían proponer espontáneamente dirigirse al naranjal junto con los menores. Una vez allí, procederían a capturar a uno de ellos y entregarlo, en un camino lindero, a Pérez y Caillava, quienes serían los encargados de retirarlo del lugar”.
“Por su parte, Millapi, con la colaboración de Laudelina Peña, debía acompañar a los niños hasta el naranjal, donde ya se encontrarían Benítez y Ramírez. Laudelina, a su vez, tenía la misión de iniciar el trayecto junto a Mónica Millapi y los menores, pero luego regresar a la casa de su madre, Catalina Peña, donde recibiría la noticia de la presunta ‘desaparición’ y actuaría como nexo entre los captores y quienes debían retirar al niño: Carlos Guido Pérez y María Victoria Caillava”, indicaron.
En ese sentido, agregaron que “recibido el aviso por parte de Benítez, Laudelina debía comunicar la situación a Pérez y Caillava, quienes abandonarían la reunión familiar con la excusa de regresar a su domicilio para ver el partido River vs. Deportivo Riestra, trasladándose en su camioneta Ford Ranger hasta el punto de encuentro preestablecido con Benítez y Ramírez -en las inmediaciones de la escuela abandonada conocida como “la tapera”- para concretar la entrega del menor”.
fuente: clarín