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Fue procesado y continuara preso. La chica, que es mayor de edad, lo denunció en noviembre último y declaró que el sujeto la corrompía desde los 13 años. Encima pidió la prisión domiciliaria.

El ex funcionario municipal y comerciante caucetero acusado de abusar sexual de su hija y prostituirla para hacer negocios o conseguir favores, está cada vez más complicado. Un juez lo procesó y dispuso que continúe alojado en el penal de Chimbas, con prisión preventiva, por graves delitos que puede costarle hasta 20 años de cárcel. El hombre parece no dimensionar su situación, pues trascendió que fue uno de los reos que pidió la prisión domiciliaria por temor a contraer el coronavirus.

El sujeto de 41 años, de quien no se da su identidad para preservar a la víctima, se encuentra preso desde el 5 de noviembre último. El juez correccional Matías Parrón, que estuvo momentaneamente a cargo del Primer Juzgado de Instrucción, le dictó el auto de procesamiento por tres delitos, de los más aberrantes: abuso sexual con acceso carnal, promoción de la prostitución infantil y promoción a la corrupción de menores, todo esto agravado por el vínculo.

La víctima es la propia hija de este hombre. Lo denunció el mismo 5 de noviembre y la causa fue motorizada por la Fiscalía de Instrucción Nº4. Después de muchos años, la chica se quebró y pudo contar todo lo que hacía su padre. Ella es hija de una ex pareja del ahora acusado. Cuando contaba con 12 años, la chica se fue a vivir a la casa del hombre porque tenía problemas con su madre.

Jamás imaginó que su papá, quien debía cuidarla, comenzaría someterla sexualmente. Esto sucedió cuando tenía aproximadamente 13 años, aseguró una fuente del caso. La perversión del sujeto llegó al punto que no sólo hizo una costumbre estos vejámenes, sino que comenzó a filmarla y después la obligó a prostituirse con conocidos suyos para hacer negocios o conseguir favores, explicaron. Incluso, se sospecha que el acusado extorsionaba a esos hombres con revelar esos secretos. Supuestamente hacía lo mismo con la chica a la que amenazaba con que, si no volvía a su casa, divulgaba las imágenes que tenía en su poder. Esto duró hasta que ella cumplió los 17 o 18 años, revelaron fuentes judiciales.

Esto fue lo que declaró la joven, que ya es mayor de edad. Los informes psicológicos señalan que la chica no miente ni fabula y que sufrió un trauma por todo lo vivido. Una prueba clave en la causa fue que encontraron las imágenes, de la que se habla en la denuncia, en el celular del acusado.

El juez Parrón procesó por graves delitos al comerciante y ex funcionario municipal de Caucete. La resolución aún no está firme, de modo que la defensa todavía puede apelar. El sujeto parece no preocuparle mucho su situación. Trascendió que fue uno de los presos del penal de Chimbas que solicitó, en este caso al Primer Juzgado de Instrucción, la prisión domiciliaria para irse a su casa y así evitar contraer el coronavirus en la cárcel.

TSJ

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