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San Juan cuenta con decenas de canódromos en su territorio. Los departamentos donde se asienta la mayoría son los más alejados y atraen a cientos de personas. Mirá los videos.

Con espacios armados con toda la estructura o con puntos de partidas sin conformación alguna, en San Juan hay decenas de canódromos que se dedican a atraer a los apostadores de galgos de carrera. El más conocido es Kelu Vicet, ubicado en Valle Fértil, sin embargo hay decenas más que se pueden ver en 25 de mayo, Valle Fértil, Calingasta y Caucete, entre otros puntos de la provincia.

Muchos de estos espacios cuentan con las autorizaciones para no violar la ley 7819 del código de faltas que exige control y revisión de los animales para evitar deterioros de su salud sin embargo la mayoría está en la clandestinidad. Y sobre estos, con denuncia de por medio, cae la intervención policial a través de la División Leyes Especiales. Así fue como el año pasado logró detener a quienes estaban al frente de una competencia en el departamento de 25 de Mayo donde, con corridas de por medio, se logró detener a los responsables de la competencia clandestina y recuperar 5 mil pesos que habían apostado diferentes personas.

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Carrera de galgos en 25 de Mayo

Las imágenes de lo que son estas carreras en San Juan pueden encontrarse en las redes sociales e incluso en Youtube donde aparecen no solo los perros corriendo detrás de las liebres mecánicas sino también se puede ver a los dueños de los animales festejando e incluso recibiendo las copas dispuestas para esta ocasión.

Pero no todo queda entre el apostador y quien regentea este «juego». También están los espectadores que se pueden observar en los laterales de las pistas que alientan a los gritos e incluso corretean detrás de los animales para que se apuren aún más. Los caninos corren a velocidades extremas en distintas extensiones, la más tradicional en San Juan es de 200 metros pero pueden ser más largas aún y alcanzar, incluso, los 800 metros.

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Carrera en Valle Fértil

 

 

Este miércoles la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en ley el proyecto que fue impulsado por la senadora Magdalena Odarda y que prohíbe «en todo el territorio nacional la realización de carreras de perros, cualquiera sea su raza”.
Establece, entre otras cuestiones, que quiénes organicen, promuevan, faciliten o realicen carreras de perros, serán reprimidos con prisión de tres a cuatro años y multas que van de 4 mil a 80 mil pesos.
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Carrera en Jáchal
Según informó el diario Crónica, la explotación a la que son sometidos los galgos es extrema:
Monta forzada: Celo inducido con drogas. Se ata a la hembra y se le coloca un bozal para que no muerda al macho.
Selección: Cada perro tiene su función: unos para carrera, otros para reproducción. Los que no sirven, se matan. No se pierde tiempo y dinero en mantenerlos.
Entrenamiento: Se les da animales vivos o gatos dentro de botellas, entre otros métodos, para fomentar el instinto de caza. Para correr, collar de ahorque y arrastre con vehículos.
Drogas: Arsénico, estricnina (prohibidas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), cocaína, efedrina, viagra, anabólicos, cardiotónicos y estimulantes varios que disfrazan bajo nombres «simpáticos” como «maicito” o «chuza”.
Limpieza: Luego de una carrera, después del suministro de drogas para un máximo rendimiento, se les hacen lavados de hígado con sueros.
Muerte: Cuando un perro no sirve más (vida útil de 2 a 4 años máximo) se matan o, en el mejor de los casos, se abandonan.

 

 

 

 

 

 

Diario La Provincia SJ

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