El Gobierno provincial está trabajando todavía en el presupuesto para combatir la lobesia botrana, la polilla que afecta la vid, para la que sólo tendrán fondos locales. Este año llegarán un poco más tarde de lo habitual debido a que esperan que se equilibren los costos, que venían bajando. Además, se trata de una temporada donde deberán ajustar los fondos, luego de que Nación retirara el programa nacional. Por el momento, confirmaron que tienen dos herramientas aseguradas y verán qué mas le suman conforme se acerque la época de tratamiento. Por un lado, están listos para aplicar los tratamientos a principios de temporada de forma aérea y mantendrán los créditos a productores.
Miguel Moreno, secretario de Agricultura de la provincia, explicó que están trabajando con anticipación en esta plaga y otras junto al Consejo Federal de Agricultura. Hubo recientemente un acuerdo histórico con la región Cuyo, en especial el Gobierno de Mendoza, para elaborar estrategias en conjunto. Como contracara, tras la eliminación del plan federal que enviaba fondos para combatir esta problemática, este año será el primero en el que tienen que implementar tareas el 100% con fondos locales. El año pasado no hubo un giro desde Nación, pero había quedado un ahorro de la campaña 2023, lo que le dio un respiro a la provincia.
Aun así, el combate contra la lobesia seguirá, confirmó el funcionario. Esto se debe a que, sin tratamientos y fumigaciones, no solo se vería gravemente afectada la producción vitivinícola sanjuanina y también la posibilidad de vender tanto a mercados externos como internos. Para eso, se encuentran haciendo un plan integral, donde una de las prioridades por parte del Estado es hacer una fumigación de 25.000 hectáreas de forma aérea. Esta aplicación es clave porque se hace “durante el primer vuelo de la polilla”, que es el primer salto reproductivo. Luego hay otros dos importantes en el año, pero al enfrentar el primero, los siguientes no son tan fuertes.
Para esta primera aplicación, Gobierno retomará una política que implementó con éxito en 2024: aplicar el insecticida a través de drones. La tecnología permite aplicaciones más puntuales en zonas en las que saben que puede haber riesgo de infecciones. Este sistema se sumará a los vuelos con aviones, para los que la provincia tiene entre 10.000 y 12.000 ya contratados en la temporada pasada que quedaron pendientes de uso. Esto también significará un ahorro para lo que necesitan hacer este año. Con los drones, en cambio, esperan alcanzar la misma superficie que en 2024, entre 2.000 y 3.000 hectáreas. El resto para llegar a la totalidad de las zonas sensibles, verán cómo conviene más contratarlo, aunque creen que el 30% de las aplicaciones se harán con avión.
Este trabajo es una parte de lo que se puede hacer para prevenir la infección. Moreno explicó que “el trabajo más importante sigue siendo intrafinca, que es donde hace mayor efecto, tanto en aplicaciones como en la compra de feromonas”, detalló. En cuanto a la entrega de material, Moreno explicó que estará sujeto a los recursos con los que cuente el Estado. Estos surgen en su mayoría de las barreras fitosanitarias. Además, esta temporada, al igual que en 2024, Gobierno pondrá a disposición una línea de créditos blandos para que los productores cuenten con esos recursos para hacer la prevención.
El funcionario lamentó que el año pasado no hubo muchos interesados, a pesar de que cobraban intereses subsidiados al 40% del valor de mercado, tenían 4 meses de gracia, 8 meses para devolverlo y otros beneficios. Los montos que entregaron llegaron a 7 millones de pesos, destinados a la compra de herramientas para combatir la plaga. “Es importante generar conciencia de que este problema se resuelve con el trabajo conjunto”, dijo el secretario. Además, en una nota a este medio hace algunas semanas, el director de Sanidad Vegetal, Pablo Plana, detalló que sólo el 25% de los productores hacen las fumigaciones en sus propias fincas.
> Investigaciones
La provincia cuenta con una Bioplanta, donde los técnicos investigan formas de prevención de patógenos de la agricultura. Ahí por ejemplo producen las moscas radiadas para combatir la mosca de los frutos, están trabajando en prevenir la llegada de pestes que afectan el algodón y otros. Mientras más diversa la matriz productiva, más variado es el trabajo de prevención.
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