El consumo masivo sigue en caída en el inicio del año: en marzo, la compra en supermercados y autoservicios se contrajo 5,4% interanual. De esta manera acumula un descenso de 8,6% de contracción en el primer trimestre de 2025.
Aunque los datos marcan un descenso, el dato acompaña las expectativas del sector y la caída volvió a desacelerarse con respecto del arranque de 2025, que registró una retracción del 9,8% en febrero y un 10,6% en enero, según un informe de Scentia. De esta manera, se registró una de la tercer peor marca en los últimos 22 años, tras 2002 y 2003.
La inflación en marzo registró una importante suba con respecto al comienzo del año: el INDEC marcó un aumento del 3,7% del IPC general. En este escenario, los alimentos fueron uno de los principales áreas que traccionaron la subida, marcando un aumento del 5,9%.
En este contexto, marzo volvió a marcar una caída en el consumo masivo y significó el 15° mes de caída consecutiva, con una baja generalizada en la compra de productos esenciales.
La comparación es contra una base en rojo también. En marzo de 2024 la medición marco un descenso del 4% contra el mismo mes de 2023, luego de la devaluación inicial que realizó el gobierno de Javier Milei que se trasladó a fuertes aumentos en los precios. En este escenario, el director de Scentia, Osvaldo del Río, remarcó que «estos canales representan cerca de 70% del consumo masivo» y resaltó un dato clave: «nos comparamos contra un marzo en el que cayeron las Pascuas, mientras que este año serán en abril».
En detalle, el informe de Scentia marca que los comercios de barrio, almacenes y chinos tuvieron una menor caída que las grandes cadenas, a diferencia de lo ocurrido en meses pasados. Luego del 12,6% interanual de descenso en febrero, las ventas les bajaron un 3,7% en marzo contra el mismo mes de 2024.
Hubo únicamente dos categorías que se salvaron de la caída registrada en marzo: alimentación –rubro que incluye a más de 50 ítems entre alimentos básicos, de almacén, condimentos y lácteos– y perecederos. Según el informe, dichos sectores vendieron 0,5% y 1,2% más, respectivamente, que en marzo de 2024.
Entre las canastas más afectadas se encuentra la de bebidas, un síntoma que se viene repitiendo desde diciembre de 2024. En detalle, durante marzo, las alcohólicas bajaron un 18% y las sin alcohol, un 16%.
Detrás de las bebidas, apareció la categoría de consumos vinculados a ocasiones «impulsivas» −alfajores, chocolates, golosinas, postres y cigarrillos− con una baja del 15,6%. En una economía que todavía busca recuperarse, este recorte esta asociado a aquellos «gustitos» que los consumidores restringieron.
Por último – aunque en menor proporción – también cayeron artículos de higiene y cosmética un 3,3%; de limpieza de ropa y hogar (2%) y alimentos agrupados en el segmento de desayuno y merienda (1,5%).
En este contexto – y con una suba de la inflación de marzo – supermercados y empresas prevén una lenta recuperación y las expectativas de una recuperación se dilatan al segundo trimestre, donde los empresarios del sector se ilusionan con terminar el año con un aumento del 3% en las unidades vendidas.