El ruido de los bombos y megáfonos alteró mucho a los chicos que estaban adentro del teatro y muchos terminaron llorando ante los estruendos que se producían en la puerta. A tal punto llegó el episodio que otra docente que estaba en el interior del lugar, tuvo que salir y pedirles que dejaran de hacer ruido.
«Yo sé que es una huelga, pero pero adentro hay chicos con autismo, por favor respetemos», pidió la mujer tomando un megáfono. Mirá el video.