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No había recorrido 11.000 kilómetros para quedarse afuera de los costos estadios qatarí, mucho menos para no poder alentar a la Selección Argentina ni poder vivir –quizás- la última Copa Mundial de Lionel Messi. Tenía entrada asegurada contra Arabia Saudita, pero contra México y Polonia parecía una misión imposible. Y así fue que Jorge, con su grupo de amigos, apelaron a una ingeniosa estrategia para poder estar en esos duelos trascendentales.

Contra los mexicanos era prácticamente una “final” anticipada. Argentina, que venía de caer frente a los árabes, tenía la obligación de ganar para seguir con vida en el Mundial. Y este hincha, como los miles que cruzaron el charco para alentar a la Scaloneta, no se lo quería perder por nada en el mundo. Y porque “por la Selección Argentina lo que sea”, compraron ticket de personas con discapacidad.

“Había que entrar de alguna forma, así que usamos algunos métodos. Igual, no fue fácil. Compramos entradas de reventa y tuvimos que conseguir una silla de ruedas. Uno llevaba al otro. Rebotamos una vez y casi vamos preso. Pero el que nos vendió la entrada, que la tenía más clara con el inglés, nos pudo solucionar todo”, comenzó relatando el protagonista de esta increíble anécdota, quien prefirió mantener su apellido e imágenes bajo reserva.

Una vez conseguidas las entradas –una era de acompañante-, su amigo se hizo pasar por rengo y se sentó en una silla de ruedas que habían pedido prestada en un centro de asistencia para personas con discapacidad. “Pudimos pasar todos los controles y todo salió bárbaro. La asistencia fue perfecta, te llevaban incluso al baño si vos querías. Son muy serviciales para este tipo de situaciones. Además, la FIFA no controla este tipo de cosas”, agregó Jorge.

El sanjuanino, quien estará contra en el Ahmad Bin Ali para Argentina-Australia bajo el mismo método, aseguró que este tipo de estrategias que utilizan en Qatar algunos hinchas no es nueva. Desde el Mundial de Alemania 2006 a un grupo de argentinos se les ocurrió la idea de alquilar sillas de ruedas y comprar las entradas para discapacitados, que son oficiales y gratis para el acompañante.

fuente: tiempo de san juan

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