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La fuerte volatilidad de los dólares paralelos parece no tener freno. En un marco de creciente incertidumbre y a la espera de nuevos anuncios que logren aplacar el nerviosismo, la pregunta sobre qué puede pasar con el dólar y qué herramientas cuenta el Banco Central para frenar la escalada, resulta inevitable. Economistas coinciden en que esta semana volverá a ser frenética pero dependerá de las «señales»que brinde el Gobierno a los mercados para reencauzar el camino.

A los datos del viernes, la brecha con el mayorista se encuentra en torno al 140% para los dólares financieros y de 160% para el billete informal. Al superar la barrera de los $300 un nuevo horizonte más difícil amenaza el poder de fuego del Banco Central.

«El blue no me preocupa, porque en el mediano plazo se arbitra en relación al MEP y al CCL. En el corto plazo, está regido por el pánico de minoristas que convalidan cualquier precio pero los que hay que mirar son los dólares financieros que marcan el impulso dolarizador del mercado«, expresó el economista Sergio Chouza sobre las cotizaciones del viernes donde los paralelos lograron aflojar – aunque en corta medida- la tensión. «Son precios de pánico, es lógico que en determinado punto surja cierto atisbo de prudencia y y algunos agentes comiencen a evaluar a todas luces que hubo una sobrereacción en esta escalada».

En la misma línea, se expresó el analista financiero de Wise Capital Ignacio Morales en un reporte reciente, «los dólares paralelos están muy relacionados con el tipo de cambio que resulta entre los pasivos del BCRA y las reservas. Hoy la diferencia entre éste y el CCL es de un 22%, por lo que según ésta métrica, en este nivel los paralelos empezarían a estar sobrevaluados. Aunque no significa que no vayan a seguir subiendo«, advirtió.

Para Camilo Tiscornia, Director de C&T Asesores Económicos, el momento actual es «de mucha volatilidad, mucho nerviosismo y como estamos viendo el Banco Central (BCRA) no tiene mucho poder de fuego de reservas en las que pudiera intervenir. Además por el acuerdo con el FMI, se supone que no puede intervenir con el CCL de modo directo. Eso obviamente limita«.

EL IMPACTO DE LAS NUEVAS MEDIDAS 

En esta semana, el organismo liderado por Miguel Pesce tomó dos medidas para intentar frenar la suba del dólar. Una, que apunta a los turistas extranjeros y otra, a las empresas.

En diálogo con este medio, Chouza consideró que son «parches aislados, poco efectivas«. En ese sentido, el analista aseguró que la decisión que apunta a faciitar la liquidación de divisas de turistas extranjeros «es la que va a dar menos resultados». Sostuvo, que según sus estimaciones, el flujo de dólares de extranjeros que se canaliza en el mercado informal es de alrededor de u$s3000 millones. «Sobre eso, cuánto efectivamente va a volcarse al segmento bancario o tasas de cambio que adopten esta modalidad, yo creo que va a ser marginal. Es una medida que bienvenido que la hagan, pero me parece que va a tener poco éxito».

El jueves, se informó también que las empresas que accedan al tipo de cambio oficial no podrán registrar una tenencia superior a los u$s100.000 en Cedears. Esta decisión, según Chouza, apunta a «volcar parte de ese ahorro corporativo de empresas que hoy dolarizan con estos instrumentos a otro tipo de activos que sirvan al financiamiento del tesoro o al ahorro de moneda nacional. Creo que algo de desarme va a haber, no mucho, y puede servir, aunque sea a una cuota mínima, de financiamiento del Tesoro».

PODER DE FUEGO 

Con una creciente volatilidad, las herramientas a mano para frenar la escalada no son muchas. Así lo aseguró Camilo Tiscornia.»Están las tasas de interés y tratar de que los turistas vendan a un mercado. Tratar de que los turistas vendan en algún mercado, tratar de forzar de que haya más oferta de dólares en el mercado más libre y también está la limitación a que las empresas compren CEDEARS que van por el CCL. Van por el lado de lo regulatorio».

«Quedaría subir las tasas de interés como una forma de tratar de que se queden en pesos. Lo que pasa es que en este momento eso genera incertidumbre también, porque también crece lo que hay que pagar por las lelics. El BCRA está muy limitado, está complicada la situación. Hay mucha especulación y mucho miedo. En este panorama, se necesitan decisiones más fuertes«, explicó Tiscornia.

«No teniendo dólares para intervneir, no pudiendo subir mucho la tasa de interés, hace falta otro poco de definiciones. Se ve que el problema de origen es el déficit fiscal y la emisión de pesos. No se está atacando el exceso de pesos, por eso el foco está en lo que puede hacer Batakis. Si no hay anuncios creíbles por ahí es difícil que se pueda controlar esto», agregó.

LO QUE SE VIENE 

En la misma sintonía que Tiscornia, el último informe de Ecolatina también se enfoca en el panorama a corto plazo. «Estamos en presencia de un escenario de mayor austeridad fiscal hacia adelante: sin un margen relevante para financiarse con Adelantos Transitorios (inclusive incumpliendo las metas con el FMI), el programa financiero seguirá descansando fuertemente sobre las licitaciones de deuda. Por esta razón, normalizar lo antes posible el frente financiero se torna todavía más importante, y seguramente veamos aumentos en las tasas de interés, los cuales se han venido postergando».

«Finalmente, incluso si se reencauza el programa económico (el BCRA vuelve a acumular reservas y se desactivan las expectativas de devaluación) el segundo semestre será de mayor inflación, menor actividad y con límites fiscales más rígidos que el primero, indicando que el equilibrio financiero/político/social continuará siendo inestable. Con poco tiempo para realizar correcciones de fondo que arrojen resultados positivos, pero con todavía mucho tiempo como para reprimir costos, la actual crisis financiera está forzando al Gobierno a dejar de priorizar la maximización de beneficios para focalizarse en la minimización de costos. Y evitar una devaluación del dólar oficial figurará en los próximos días al tope de la lista de prioridades», agregó el informe.

Tiscornia, concluyó con la licitación de fin de mes que tendrá en vilo al Ministerio de Economía. «El gobierno ya consiguió bastante en la licitación anterior pero no es el mejor momento para salir a conseguir pesos. Van a tener que cambiar un poco las cosas porque el resultado puede ser malo y eso puede retroalimentar la desconfianza. Vamos a seguir en entornos más volátiles hasta que el gobierno no tome decisiones más claras».

 

Fuente: Ámbito

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