Como todos los días, Ezequiel salió a recorrer su campo ubicado sobre calles Laprida y Rawson, de Caucete. Todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que encontró una de sus vacas muerta en el piso. El hallazgo ló algo que lo dejó helado debido a que el animal había sido mutilado.
«No tenía los ojos, fue muy fea la imagen, muy raro. Pienso que pudo haber sido un algún animal salvaje o el chupacabras, ya no sé que creer».
«Tengo un poco de miedo, por las dudas no toqué nada», agregó.
Las imágenes son más que elocuentes. La vaca muerta sobre el césped, sin sus ojos y con parte de la cara comida.
fuente: diario de cuyo