A un poco más de mil kilómetros de su tierra natal, Jeremías Chavero vive el sueño que fue forjando a base de esfuerzo y goles: llegar a Primera División. De la mano de Mauricio Pellegrini, el joven delantero enfrenta su primera pretemporada con el plantel profesional. Un objetivo que veía lejano cuando apenas tenía 12 años y dejó Caucete para probarse en Lanús, y que ahora con 18 puede cumplir después de un 2024 brillante en las inferiores del «Granate».

«Cuando me llamaron para hacer la pretemporada con Primera, se me cruzó todo el camino que recorrí: mi familia, los viajes, los momentos difíciles. Es algo muy lindo, un sueño hecho realidad», dice Jeremías, quien no olvida sus orígenes ni los sacrificios que hizo.

Nada surgió de casualidad. Su recorrido comenzó cuando era apenas un niño, pateando pelotas en los clubes de su departamento. Pasó por Atlético Rivadavia, Deportivo Caucete y ARAC, donde fue descubierto por un captador de Lanús que no dudó en invitarlo a probar suerte en Buenos Aires. «Fue en 2017. El captador habló con mi papá y me dijo que debía viajar en una semana para la prueba. Después de esa semana me confirman y me quedo. Me acuerdo que ese viaje lo hice solo, en colectivo. No sé qué pensaba con 12 años, pero mi idea era hacer buenos entrenamientos para poder quedar. Y lo logré», cuenta.

Desde ese momento, la vida de Jeremías dio un giro de 180 grados. Se despidió de su familia y de la provincia para instalarse en Buenos Aires, una ciudad completamente distinta a tierra de origen. «Lo más difícil fue la distancia. No poder ver a mi familia por mucho tiempo siempre fue duro. Pero con el tiempo me fui acostumbrando, aunque hasta el día de hoy extraño muchísimo a mi casa, a mis primos, a todos los momentos que compartíamos», confiesa con un toque de nostalgia.

Ese sacrificio empezó a rendir frutos con el paso de los años. En 2024, con 25 goles en la Quinta División, el delantero sanjuanino se convirtió en el máximo goleador del torneo organizado por la Liga Profesional y en el artillero número uno de las inferiores de Lanús. Su marca lo posicionó, además, como el segundo máximo goleador del país, solo superado por Bruno Cabrera de la Novena de River Plate.

Un desempeño excepcional que le valió una convocatoria a la Reserva a mediados del mismo año, donde debutó y continuó mostrando su capacidad goleadora. Sin embargo, no imaginó que su progreso fuera tan rápido. «Sabíamos que el técnico de Primera, Mauricio Pellegrino, iba a llamar a algunos chicos para la pretemporada, pero no teníamos idea de quiénes serían. Me enteré por una llamada del preparador físico de Reserva, que me avisó que tenía que estar el 1 de enero en Lanús. Fue un momento increíble, no lo podía creer», recuerda.

Ahora, mientras enfrenta los exigentes entrenamientos del plantel profesional en el predio de Cabrero y Guidi, Chavero se enfoca en demostrar que está listo para este nuevo desafío. «Me aconsejaron que juegue igual que en inferiores y Reserva, que sea yo mismo, que esté tranquilo. Es lo que intento hacer todos los días. La verdad es que estoy muy contento, muy feliz, porque es lo que cualquier jugador sueña. Es un pasito más para llegar al sueño máximo, que es debutar en Primera», dice, consciente de que esta oportunidad puede marcar un antes y un después en su carrera.

 

fuente: tiempo san juan

Escuchar noticia   Escuchar Noticia Es caucetero, el año pasado fue el máximo artillero de Lanús y ahora se prueba con el plantel de Primera Porfelix alvarez Ene 5, 2025 A un poco más de mil kilómetros de su tierra natal, Jeremías Chavero vive el sueño que fue forjando a base de esfuerzo y goles: llegar a Primera División. De la mano de Mauricio Pellegrini, el joven delantero enfrenta su primera pretemporada con el plantel profesional. Un objetivo que veía lejano cuando apenas tenía 12 años y dejó Caucete para probarse en Lanús, y que ahora con 18 puede cumplir después de un 2024 brillante en las inferiores del «Granate». «Cuando me llamaron para hacer la pretemporada con Primera, se me cruzó todo el camino que recorrí: mi familia, los viajes, los momentos difíciles. Es algo muy lindo, un sueño hecho realidad», dice Jeremías, quien no olvida sus orígenes ni los sacrificios que hizo. Nada surgió de casualidad. Su recorrido comenzó cuando era apenas un niño, pateando pelotas en los clubes de su departamento. Pasó por Atlético Rivadavia, Deportivo Caucete y ARAC, donde fue descubierto por un captador de Lanús que no dudó en invitarlo a probar suerte en Buenos Aires. «Fue en 2017. El captador habló con mi papá y me dijo que debía viajar en una semana para la prueba. Después de esa semana me confirman y me quedo. Me acuerdo que ese viaje lo hice solo, en colectivo. No sé qué pensaba con 12 años, pero mi idea era hacer buenos entrenamientos para poder quedar. Y lo logré», cuenta. Desde ese momento, la vida de Jeremías dio un giro de 180 grados. Se despidió de su familia y de la provincia para instalarse en Buenos Aires, una ciudad completamente distinta a tierra de origen. «Lo más difícil fue la distancia. No poder ver a mi familia por mucho tiempo siempre fue duro. Pero con el tiempo me fui acostumbrando, aunque hasta el día de hoy extraño muchísimo a mi casa, a mis primos, a todos los momentos que compartíamos», confiesa con un toque de nostalgia. Ese sacrificio empezó a rendir frutos con el paso de los años. En 2024, con 25 goles en la Quinta División, el delantero sanjuanino se convirtió en el máximo goleador del torneo organizado por la Liga Profesional y en el artillero número uno de las inferiores de Lanús. Su marca lo posicionó, además, como el segundo máximo goleador del país, solo superado por Bruno Cabrera de la Novena de River Plate. Un desempeño excepcional que le valió una convocatoria a la Reserva a mediados del mismo año, donde debutó y continuó mostrando su capacidad goleadora. Sin embargo, no imaginó que su progreso fuera tan rápido. «Sabíamos que el técnico de Primera, Mauricio Pellegrino, iba a llamar a algunos chicos para la pretemporada, pero no teníamos idea de quiénes serían. Me enteré por una llamada del preparador físico de Reserva, que me avisó que tenía que estar el 1 de enero en Lanús. Fue un momento increíble, no lo podía creer», recuerda. Ahora, mientras enfrenta los exigentes entrenamientos del plantel profesional en el predio de Cabrero y Guidi, Chavero se enfoca en demostrar que está listo para este nuevo desafío. «Me aconsejaron que juegue igual que en inferiores y Reserva, que sea yo mismo, que esté tranquilo. Es lo que intento hacer todos los días. La verdad es que estoy muy contento, muy feliz, porque es lo que cualquier jugador sueña. Es un pasito más para llegar al sueño máximo, que es debutar en Primera», dice, consciente de que esta oportunidad puede marcar un antes y un después en su carrera.   fuente: tiempo san juan Escuchar noticia

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