Mientras el Instituto Nacional de Estadística y Censos revela los nuevos y dramáticos números de la pobreza en Argentina, Milei recibe a Susana Giménez en casa de gobierno para una charla. En el 1° semestre 2024, el 66,1% de los menores de 14 años integraba hogares bajo la línea de pobreza; y de los mayores de 65 años, el 29,7%. La indigencia aumentó un 50% en seis meses.
Los resultados del primer semestre de 2024 revelan que el 42,5% de los hogares vive en condiciones de pobreza, lo que representa a 4.319.760 hogares y afecta a 15.685.603 personas. De este total, un 13,6% de los hogares se encuentra por debajo de la línea de indigencia, cifra que incluye a 5.379.588 personas.
El panorama se agrava al comparar estos datos con el segundo semestre de 2023. La incidencia de la pobreza subió 10,7 p.p. en hogares y 11,2 p.p. en la población, mientras que la indigencia aumentó 4,9 p.p. en hogares y 6,2 p.p. en personas. Este aumento se da en todas las regiones del país.
Aunque el ingreso total familiar promedio creció un 87,8%, este incremento se queda corto frente al aumento de las canastas básicas, que registraron subidas de 115,3% para la canasta básica alimentaria (CBA) y 119,3% para la canasta básica total (CBT). Esta disparidad ha provocado un incremento en las tasas de pobreza e indigencia en comparación con el semestre anterior.
La brecha de pobreza se ubicó en 42,6%, lo que refleja la distancia entre los ingresos de los hogares pobres y las canastas básicas. El ingreso promedio de estos hogares fue de $407.171, frente a una CBT promedio de $709.318, lo que pone de manifiesto el desafío creciente que enfrentan para cubrir sus necesidades básicas.
Los datos también muestran que un alarmante 66,1% de los niños y adolescentes de 0 a 14 años vive en hogares en situación de pobreza. Entre otros grupos, 60,7% de los jóvenes de 15 a 29 años y 48,6% de los adultos de 30 a 64 años también se encuentran en esta situación. Las regiones más afectadas son el Noreste (NEA) con un 62,9% y el Noroeste (NOA) con un 57,0% de pobreza.
En términos de aglomerados, aquellos con más de 500.000 habitantes vieron un incremento en la pobreza de 11,0 p.p., mientras que los de menos de 500.000 habitantes experimentaron un aumento de 12,3 p.p.. Esta tendencia pone de relieve la extensión y profundidad de la crisis social que afecta a diversas áreas del país.