El cigarrillo es un mal que aqueja a la sociedad desde hace décadas. Aceptado como una adicción, cualquier persona puede acceder al tabaco simplemente con acercarse a kiosco y comprarlo. Si bien hay leyes en torno al expendio, no todas se cumplen y cada vez hay más personas que se vuelcan al hábito de fumar, conociendo el daño que genera, pero escudándose tras los mitos que hay sobre los efectos adversos que provoca para justificar su consumo.
“El cigarrillo electrónico ayuda a dejar de fumar y es más sano”
Muchos fumadores que se pasaron al vaper o al cigarrillo electrónico utilizan mucho esta frase, pero la realidad es que no es tan sano como se cree. “La misma industria tabacalera es quien saca el cigarrillo electrónico y lo toma como una forma de ayuda para dejar de fumar, y es todo lo contrario”, precisa Fullana.
El dispositivo contiene no solo nicotina, a veces en mayores concentraciones que un cigarro industrializado, potenciando su adicción, sino que además los líquidos contienen una gran cantidad de componentes que a la larga resultan ser dañinos para el organismo, como aquellas sustancias que dan sabor y olor. “Todas esas sustancias son tóxicas y generan riesgo de cáncer, al igual que el cigarrillo convencional. También está asociado al daño pulmonar agudo e insuficiencia respiratoria. Incluso se han registrado en el mundo caso de mortalidad”, detalla el profesional.
“El humo del vaper no afecta a la persona que no fuma”
Pese a que muchas personas quieren convencerse de lo contrario, el “humo” que libera el cigarrillo electrónico si es dañino para los fumadores pasivos. “El tabaquista pasivo, que es aquella persona que no fuma pero que o convive con fumadores o en el entorno laboral está expuesto al humo del cigarrillo, o cualquier producto calentado de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos o las pipas de agua tienen, primero, el mismo riesgo que una persona que fuma a la hora de desarrollar un montón de enfermedades. Pero a veces incluso más riesgo de desarrollar ciertas enfermedades respiratorias. Por ejemplo, si es asmático, empeora los síntomas de asma, también desarrollar de EPOC y tener cáncer del pulmón”, explica.
Esto se debe a que la persona cuando fuma, lo que hace es llevarse el humo del cigarrillo al nivel de los bronquios, mientras que lo que queda en el ambiente es inhalado varias veces por la persona que no fuma, haciendo que sea más nocivo para el fumador pasivo.
“La venta del cigarrillo electrónico es legal”
En diciembre de 2016, a través de una Evaluación de Tecnología Sanitaria, la ANMAT decidió reiterar la prohibición para importar, distribuir y comercializar cigarrillos electrónicos y sus accesorios –lo que incluye su publicidad, promoción y patrocinio. Esta prohibición rige desde el 2011 por considerarse potencialmente dañinos para la salud.
“El cigarro armado es menos dañino que el industrializado porque no tienen tantos aditivos”
El doctor sanjuanino detalla que, pese a que parezca “más sano”, tiene nicotina y presenta los mismos efectos tóxicos propios de la combustión que se genera al encender el cigarrillo.
Al respecto Fullana detalla: “El tabaco armado no es solo tabaco, tiene un montón de sustancias más, por más de que sea armado, así que es igual de nocivo”.
Si bien no hay estudios en detalle que compare si el armado es más sano que el cigarro industrial, la combustión genera una alta toxicidad en el organismo.
“Los hombres fuman más que las mujeres”
Conforme a los últimos estudios que se han realizado a nivel nacional con incidencia en la provincia, en lo que respecta a la población adulta, hay mayor prevalencia de tabaquismo en mujeres y no en hombres, revirtiendo así una tendencia que se venía dando desde años.
“Antes, los que fumaban eran más los hombres, en un momento se equiparó y ahora es más predominante en las mujeres el hábito de fumar que en los hombres”, señaló.
Dejar de fumar, un desafío que se puede superar con beneficios en el organismo al corto plazo
Abandonar el cigarrillo es complejo, debido a que se trata de una adición. Esto, sumado a los motivos por los cuales la persona fuma, sea por ansiedad, costumbre, de manera social, entre otros. Pese a ello, dejar de fumar es posible y sus efectos en el organismo pueden notarse durante los primeros minutos.
- A los 20 minutos: disminuye el ritmo cardiaco y baja la tensión arterial
- Dentro de las 12 horas: el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
- Entre la segunda y doceava semana: mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
- Entre el primer y noveno mes: disminuye la tos y dificultad para respirar.
- En un año: el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
- En 5 años: el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador entre 5 y 15 años después de dejar de fumar.
- En 10 años: el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de un fumador, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
- En 15 años: el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.