Rocío Silva Santisteban, candidata del Frente Amplio izquierdista, no logró conseguir los votos necesarios y el poder sigue acéfalo luego de la renuncia de Manuel Merino.
Perú sigue en situación de acefalía luego de que el presidente Manuel Merino renunciara cinco días después de haber asumido y de que el Congreso no reuniera la mayoría necesaria para aprobar la única lista de candidatos a dirigirlo, de la que debe surgir el próximo jefe del Ejecutivo. Este lunes por la tarde retomarán las sesiones.
El pleno del parlamento votó, sin poder definir, la designación de su nueva junta directiva, después de que Luis Valdez -quien había quedado a cargo tras la promoción de Merino al Ejecutivo en lugar del destituido mandatario Martín Vizcarra el lunes pasado- dimitiera también este domingo.
Pese a las especulaciones previas se presentó una sola lista, integrada por mayoría de legisladores que votaron contra la remoción de Vizcarra y encabezada por la hasta ahora jefa de la bancada del Frente Amplio (FA) izquierdista, Rocío Silva Santisteban, quien de ese modo quedaba a punto de convertirse en la primera presidencia de la república en la historia peruana.
Pero esa lista, que necesitaba 60 votos para consagrarse -votaron 119 de los 130 legisladores totales-, obtuvo apenas 42 adhesiones, mientras 52 congresistas la rechazaron y 25 se abstuvieron, tras lo cual se dispuso un “breve” cuarto intermedio y se llamó a una reunión a los jefes de bancadas.
Merino anunció su dimisión poco después del mediodía de este domingo, cinco días después de haber asumido, en medio de masivas protestas en su contra y luego de que el Congreso lo exhortara a dejar el cargo bajo la amenaza de destituirlo de todos modos.
«Quiero hacer reconocimiento a todo el país que presento mi renuncia», declaró Merino en un mensaje al país por televisión, lo que desató una celebración en las calles de Lima, al día siguiente de la violenta represión de unas protestas que dejó dos muertos, más de un centenar de heridos y al menos 11 desaparecidos.
El elegido será el tercer mandatario en menos de una semana, en una nación muy golpeada por una crisis política que caracterizó al actual período quinquenal de gobierno -iniciado el 28 de julio de 2016-, agravada por la pandemia de coronavirus y la consecuente recesión económica.
Merino dijo que para que no hubiera «vacío de poder», los 18 ministros que él juramentó el jueves seguirían en sus puestos de manera temporal, aunque prácticamente todos habían renunciado luego de la represión a los manifestantes.
Las protestas contra la destitución de Vizcarra y su reemplazo por Merino tuvieron el sábado las dos primeras víctimas fatales, dos jóvenes de 24 años y al menos uno de ellos en un enfrentamiento con efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP), según la Defensoría del Pueblo de Lima.
Paralelamente, el Ministerio de Salud informó que al menos 107 personas fueron atendidas por «distintos tipos de lesiones» producidas durante las protestas, de las cuales 34 continuaban internadas.
A la vez, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos publicó una lista de 41 ciudadanos no ubicados tras las protestas del sábado, de los cuales 30 ya habían sido hallados y 11 permanecían desaparecidos, según reportaron el diario El Comercio y la televisora Panamericana.
La represión de las protestas fue cuestionada también por la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), entre otras organizaciones.
Al revés de lo que sucedió el lunes pasado, cuando el Congreso removió a Vizcarra y hubo consenso en que Merino debía completar el período porque las próximas elecciones ya están convocadas para el 11 de abril de 2021 –la Constitución establece que si un presidente del parlamento asume el Ejecutivo debe llamar a comicios «de inmediato» pero no fija un plazo preciso para ello-, no era seguro que quien fuera designado vaya a permanecer en el cargo hasta julio del año que viene.
Eso se debe a que el TC aún no se pronunció sobre la validez de la destitución de Vizcarra -tenía previsto hacerlo el miércoles próximo y hoy anunció que adelantó esa tarea para mañana- y la bancada del Partido Morado propuso que Vizcarra sea repuesto en el cargo.
Perú vive una inédita crisis institucional que en lo que va del presente período de Gobierno se cobró la caída de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski (en marzo de 2018), su sucesor Vizcarra el lunes pasado y Merino, y la disolución de un Congreso (en septiembre de 2019).
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