Sin el sillón de intendente que ostentó varios años, Emilio Mendoza no pudo recuperar más el peso político que supo tener en su Caucete natal y a cambio se inclinó a por apostar sus fichas a construir poder mediático. La estrategia no tiene nada de malo si no fuera porque primero se valió de la impunidad que le dio su reinado en el municipio para entrar al negocio, después ejecutó burdas maniobras que no pasaron desapercibidas y ahora intenta continuarla con armas que una vez más lo ponen a tiro de la ley penal. Hace poco la Justicia allanó la sede de su TV por cable por usar en forma clandestina señales ajenas mientras les sigue cobrando a los caucetereros por un servicio supuestamente propio, nada que sorprenda. ¿Por qué? Porque lo precede una pila de denuncias en contra por estar en la ilegalidad y competir deslealmente y así todo, curiosamente, siempre se las arregló para zafar y seguir transmitiendo.
El allanamiento que fue escándalo la semana pasada fue dispuesto por el juez de Instrucción N° 1, Benito Ortiz, y lo realizó con la Policía Federal a instancias de una denuncia de DirecTV. Fuentes judiciales revelaron que la multinacional descubrió que la empresa de cable de «El Emilio», como lo conocen a Mendoza, compró alrededor de 50 decoders, los instaló en el lugar y desde ahí retrasmitía ilegalmente los canales de la TV satelital. Una forma fácil de ganar plata: les cobraba a sus abonados del departamento a cambio de un servicio trucho por basarse en señales hurtadas.
Caucete TV nació siendo una sociedad en la que compartían acciones la célebre Cooperativa Eléctrica de Caucete (95%) y Roberto Vega Lecich (5%). El presidente de la primera institución fue Mendoza en su época de intendente y el socio minoritario, casualmente, era el padrino de su hijo, es decir su compadre. Casi desde ese mismo momento, empezó a verse el modus operandi de la empresa de cable denunciada como trucha.
Durante esa época, la empresa Supercanal descubrió que Caucete TV le robaba señal de cable y motorizó una denuncia en el Juzgado de Instrucción N° 4. Todo terminó con un allanamiento en el que, explicaron en Tribunales, se secuestró el aparato que usaban con ese fin.
Como la firma del departamento del Este no tenía ninguna habilitación para operar en el rubro de comunicación masiva, las autoridades de Supercanal presentan un amparo contra la Cooperativa Eléctrica y se ordenan dos allanamientos. El primero, contraron las fuentes, se hizo y se secuestraron todos los equipos de Caucete TV, pero el segundo se frustró porque Vega Lecich consiguió un permio precario en Buenos Aires. «Alguien les avisó a El Emilio y a su socio del allanamiento», retumbó esa vez entre los efectivos policiales a cargos del operativo que masticaban bronca.
Mientras el cable caucetero siguió funcionando atado con alambre, sucedió algo increíble. Mendoza dejó la Presidencia de la Cooperativa Eléctrica, impulsó para ese lugar a un tal Jorge Salvá y de acuerdo a lo que contaron en el por entonces entorno íntimo del intendente, con al apoyo de su sucesor se hizo vender el 95 por ciento de las acciones de la empresa de cable. En Caucete aseguran que antes manejaba él mismo Caucete TV desde la Cooperativa y a través de su compadre; y esa jugada no hizo otra cosa que blanquear la situación y no dejó dudas de quien era el dueño de todo.
El amor duró poco. El histórico dirigente peronista y Vega Lecich se pelearon, se disputaron Caucete TV y todo llega a la Justicia Federal. Sus ex allegados contaron que «El Emilio» la hizo corta, sacó los bienes del cable y creó una sociedad llamada Caucete Satelital, que es la que fue allanada el miércoles junto al estudio jurídico del ex jefe comunal y dónde trabajaba hasta hace una semanas su sobrina Silvina Salvá, quien hace poco fue designada jueza de Paz del departamento.
Todo parece una historia de nunca acabar. Y no se trata de una empresa sino de dos las que denuncian a Mendoza por perjudicarlas y sus constantes maniobras para sacar provecho con artilugios que le permiten llenarse los bolsillos. Un detalle no menor: una fuente judicial aseguró que Caucete Satelital puede seguir funcionando porque nunca se pudo conseguir allanar los cables que están tendidos hasta los domicilios de los abonados del departamento. «Mientras eso siga así, seguirá comprando los equipos que le secuestren, es lo más barato y él tiene plata», reflexionó la fuente.
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«El Emilio», una TV trucha, denunciado y al filo de la ley
Porfelix alvarez
Ene 2, 2018
Sin el sillón de intendente que ostentó varios años, Emilio Mendoza no pudo recuperar más el peso político que supo tener en su Caucete natal y a cambio se inclinó a por apostar sus fichas a construir poder mediático. La estrategia no tiene nada de malo si no fuera porque primero se valió de la impunidad que le dio su reinado en el municipio para entrar al negocio, después ejecutó burdas maniobras que no pasaron desapercibidas y ahora intenta continuarla con armas que una vez más lo ponen a tiro de la ley penal. Hace poco la Justicia allanó la sede de su TV por cable por usar en forma clandestina señales ajenas mientras les sigue cobrando a los caucetereros por un servicio supuestamente propio, nada que sorprenda. ¿Por qué? Porque lo precede una pila de denuncias en contra por estar en la ilegalidad y competir deslealmente y así todo, curiosamente, siempre se las arregló para zafar y seguir transmitiendo.El allanamiento que fue escándalo la semana pasada fue dispuesto por el juez de Instrucción N° 1, Benito Ortiz, y lo realizó con la Policía Federal a instancias de una denuncia de DirecTV. Fuentes judiciales revelaron que la multinacional descubrió que la empresa de cable de «El Emilio», como lo conocen a Mendoza, compró alrededor de 50 decoders, los instaló en el lugar y desde ahí retrasmitía ilegalmente los canales de la TV satelital. Una forma fácil de ganar plata: les cobraba a sus abonados del departamento a cambio de un servicio trucho por basarse en señales hurtadas.Caucete TV nació siendo una sociedad en la que compartían acciones la célebre Cooperativa Eléctrica de Caucete (95%) y Roberto Vega Lecich (5%). El presidente de la primera institución fue Mendoza en su época de intendente y el socio minoritario, casualmente, era el padrino de su hijo, es decir su compadre. Casi desde ese mismo momento, empezó a verse el modus operandi de la empresa de cable denunciada como trucha.Durante esa época, la empresa Supercanal descubrió que Caucete TV le robaba señal de cable y motorizó una denuncia en el Juzgado de Instrucción N° 4. Todo terminó con un allanamiento en el que, explicaron en Tribunales, se secuestró el aparato que usaban con ese fin.Como la firma del departamento del Este no tenía ninguna habilitación para operar en el rubro de comunicación masiva, las autoridades de Supercanal presentan un amparo contra la Cooperativa Eléctrica y se ordenan dos allanamientos. El primero, contraron las fuentes, se hizo y se secuestraron todos los equipos de Caucete TV, pero el segundo se frustró porque Vega Lecich consiguió un permio precario en Buenos Aires. «Alguien les avisó a El Emilio y a su socio del allanamiento», retumbó esa vez entre los efectivos policiales a cargos del operativo que masticaban bronca.Mientras el cable caucetero siguió funcionando atado con alambre, sucedió algo increíble. Mendoza dejó la Presidencia de la Cooperativa Eléctrica, impulsó para ese lugar a un tal Jorge Salvá y de acuerdo a lo que contaron en el por entonces entorno íntimo del intendente, con al apoyo de su sucesor se hizo vender el 95 por ciento de las acciones de la empresa de cable. En Caucete aseguran que antes manejaba él mismo Caucete TV desde la Cooperativa y a través de su compadre; y esa jugada no hizo otra cosa que blanquear la situación y no dejó dudas de quien era el dueño de todo.El amor duró poco. El histórico dirigente peronista y Vega Lecich se pelearon, se disputaron Caucete TV y todo llega a la Justicia Federal. Sus ex allegados contaron que «El Emilio» la hizo corta, sacó los bienes del cable y creó una sociedad llamada Caucete Satelital, que es la que fue allanada el miércoles junto al estudio jurídico del ex jefe comunal y dónde trabajaba hasta hace una semanas su sobrina Silvina Salvá, quien hace poco fue designada jueza de Paz del departamento.Todo parece una historia de nunca acabar. Y no se trata de una empresa sino de dos las que denuncian a Mendoza por perjudicarlas y sus constantes maniobras para sacar provecho con artilugios que le permiten llenarse los bolsillos. Un detalle no menor: una fuente judicial aseguró que Caucete Satelital puede seguir funcionando porque nunca se pudo conseguir allanar los cables que están tendidos hasta los domicilios de los abonados del departamento. «Mientras eso siga así, seguirá comprando los equipos que le secuestren, es lo más barato y él tiene plata», reflexionó la fuente.
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