El supuesto incendiario tuvo un entredicho con esa persona y lo corrieron. ‘Esto no va a quedar así’, dijo.
La bronca ya venía de antes. Riveros dice que tiempo atrás ese joven vecino intentó robarle el estéreo del auto y desde ahí lo tenía en la mira.
Es por eso que no cayó bien que el supuesto delincuente apareciera ayer en la madrugada en la fiesta familiar, encima sin invitación. Como era de esperarse, los dos no tardaron en cruzarse en medio del baile y el mayor de los hombres se acordó e increpó al otro.
No llegaron a las manos porque los separaron y el dueño de casa decidió echar al ‘colado’, pero en vez de que esto calmara las cosas, las empeoró. El muchacho se retiró diciendo : ‘Esto no va a quedar así’. Y al rato, avisaron que estaba ardiendo la vivienda de Riveros.
Eran las 4.30 cuando Rubén Riveros y todos sus familiares salieron corriendo de la fiesta y recorrieron ese kilómetro de distancia que los separaba de su domicilio en la calle 11, en La Chimbera, 25 de Mayo. Su casa ya estaba envuelta en llamas. El obrero rural, su mujer y sus dos hijos (ambos jóvenes) perdieron todos los muebles, los electrodomésticos y hasta la ropa que tenían en los cuatro ambientes del inmueble, además le robaron una bicicleta.
El fuego fue tan dañino que cayó parte del techo.
La familia acusa a ese joven vecino, el mismo que meses atrás sustrajo el estéreo de su auto. En aquel entonces, Rubén Riveros lo vió y recuperó el aparato. A partir de ese día, el hombre quedó resentido con el muchacho.
La causalidad quiso que ayer volvieran a encontrarse en el cumpleaños de la sobrina de Riveros y discutieron. El hermano de Riveros echó de la fiesta al joven, pero éste largó esa amenaza que minutos más tarde coincidió con el incendio. Todo esto fue denunciado en la Policía, que ahora investiga el caso.
Diario de Cuyo